Brasil, uno de los países más afectados del mundo por la pandemia, registró 1.699 muertes por covid-19 en las últimas 24 horas, lo que equivale a un fallecido cada 50 segundos, según informó este jueves el Gobierno.
De acuerdo con el balance diario del Ministerio de Salud, el número total de víctimas mortales asciende ya a 260.970 desde el pasado 12 de marzo, cuando fue notificado el primer deceso en Sao Paulo.
El número de fallecidos de este jueves es inferior al récord registrado la víspera, cuando fueron contabilizados 1.910 muertos en el día más mortífero de la pandemia, pero es superior al del martes, cuando se registraron 1.641 víctimas fatales.
El Gobierno informó que el país registró 75.102 casos de covid-19 en las últimas 24 horas, lo que supone la segunda peor cifra de contagios diarios durante la pandemia al superar los 71.704 contabilizados el miércoles.
El acumulado de casos de coronavirus asciende a 10.793.732 desde el pasado 26 de febrero, fecha en la que se registró el primer contagio en Brasil, que junto a Estados Unidos e India es uno de los países del mundo más afectados por la enfermedad.
Desde el pasado noviembre, Brasil afronta una segunda ola más virulenta y letal de la pandemia que ha llevado al país a promediar más de mil muertes asociadas a la covid durante el último mes y medio.
Pese a la gravedad de la pandemia, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, uno de los líderes más negacionistas sobre la gravedad de la enfermedad, instó este jueves a la población a trabajar y se cuestionó: «¿Vamos a llorar hasta cuándo?».
«Apelo a gobernadores y alcaldes a que repiensen esas políticas de cerrar todo. El pueblo quiere trabajar», declaró Bolsonaro para agregar: «Vamos a combatir al virus, pero no de esa forma ignorante, burra, suicida».
Según Bolsonaro, «podemos soñar con días mejores para todos, pero sin dinero, sin empleo, estamos condenados al fracaso, la miseria y la muerte o a acciones que no interesan, como disturbios o saqueos».
El líder de la ultraderecha brasileña se refirió al endurecimiento de las medidas de restricción impuestas por la mayoría de los gobernadores para evitar un inminente colapso sanitario ante el grave aumento de ingresos por covid-19.
Río de Janeiro decretó este jueves un toque de queda nocturno y el cierre de cualquier tipo de actividad comercial en sus playas durante una semana, mientras que el estado de Sao Paulo ordenó la clausura de todas las actividades no esenciales a partir del próximo sábado.
Sao Paulo, el estado más poblado con 46 millones de habitantes, ha registrado en las últimas 24 horas 12.236 nuevos casos y 313 muertes por covid-19, el mayor número del país, seguido de Río Grande do Sul, que vive su peor momento y ya sufre colapso sanitario en algunas ciudades.
El sureño estado ha contabilizado 9.940 casos y 188 muertes diarias por coronavirus.