23 de noviembre de 2024

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Último debate: Trump y Biden, dos visiones opuestas frente a un país en crisis

El segundo y último debate entre Donald Trump y Joe Biden, este jueves 22 de octubre, se sintió como un respiro de aire fresco en el que ambos candidatos presidenciales actuaron con civilidad y se oyeron el uno al otro —un marcado contraste con el primer encuentro a finales de septiembre, que se destacó por constantes y caóticas interrupciones.

El éxito quizás se debió, en parte, a la nueva regla establecida por la Comisión de Debates Presidenciales de apagar el micrófono de un candidato mientras el otro hablara al inicio de cada segmento del debate. Después de esos cuatro minutos —dos minutos para cada uno— ambos aspirantes tuvieron sus micrófonos abiertos pero se limitaron a no hablar fuera de turno y en vez pidieron permiso para tomar la palabra.

La moderadora, la periodista de NBC Kristin Welker, también merece parte del crédito por el orden del evento. En un momento incluso Trump, quien usualmente critica a los periodistas, le echó flores por su trabajo diciendo, “Por cierto, respeto mucho la forma en que estás manejando esto”.

A continuación cuatro de los temas discutidos que resultan de importancia:

Reunificación de familias migrantes

Uno de los momentos más tensos del debate se dio cuando la moderadora le preguntó al Presidente como planeaba reunificar a los 545 niños y adolescentes separados de sus familias, que no han sido encontradas, como resultado de la política de separación de familias en la frontera con México.

Trump dijo que estos niños habían sido traídos por coyotes, carteles de drogas, y “muchas malas personas,” para usarlos para “entrar al país”. Agregó que su administración está “tratando muy duro” de reunificar a los jóvenes con sus padres pero no dio detalles al respecto.

Biden dijo que los más de 500 niños vinieron con sus padres —no con nadie más.

“[Esta política de separar familias] nos convierte en el hazmerreír y viola todas las nociones de quiénes somos como nación.” dijo Biden. “…Los niños fueron arrancados de sus brazos y separados. Esos niños están solos. No tienen ningún lugar a donde ir. Es criminal.”

Trump desvió la atención, preguntándole a Biden “¿quien había construido las jaulas?”, refiriéndose a las facilidades de cerca de tela metálica que la administración Obama construyó para albergar a menores no acompañados que cruzan la frontera mientras sus casos se procesan, según la Prensa Asociada. Sin embargo, no mencionó que Obama nunca implementó una política de de separación familiar tan severa y absoluta como la que el actual primer ejecutivo estableció apenas llegó a la Casa Blanca.

El presidente también dijo que los niños “los estaban cuidando muy bien” en facilidades “limpias”, pese a que varios medios noticiosos han reportado que miles de niños presuntamente fueron victimas de abuso sexual bajo la custodia del gobierno entre el 2014 y el 2018.

¿’Bidencare’ o socialismo?

Trump y Biden estuvieron en fuerte desacuerdo sobre el futuro de la Ley de Asistencia Asequible (ACA, conocida como Obamacare) y el rol del gobierno en la salud pública.

Trump dijo que quería crear un “programa de salud nuevo y hermoso” y que quería anular Obamacare. Dijo que protegerá la cobertura de las condiciones pre-existentes. No obstante, no explicó los pormenores de cómo su administración lo haría. Trump dijo a principios de agosto que seguramente revelaría un plan de salud como alternativa al ACA, pero al día de hoy no lo ha publicado.

Biden, por su parte, dijo que si la Corte Suprema declara que el Obamacare es inconstitucional, se encargaría de crear una nueva versión de Obamacare que tenga una opción pública. Aunque dijo que se llamaría “Bidencare”, no explicó cómo lo haría.

Mientras tanto, Trump acusó al candidato demócrata de querer establecer “medicina socializada’‘, aludiendo a su retórica de que Biden es un “socialista.”

Biden lo negó, diciendo que él apoyaba los seguros médicos privados y había sido él quien le había ganado en las primarias presidenciales demócratas al Senador Bernie Sanders y a otros contrincantes más liberales. Agregó también que Trump no tenía forma de proveer cobertura a aquellos con condiciones pre-existentes.

“Nunca ha creado un plan,” dijo el ex vicepresidente.

Interferencia en las elecciones y más política exterior

Durante el segmento de seguridad nacional, la moderadora le preguntó a ambos candidatos cómo lidiarían con las amenazas de otros países interfiriendo con las elecciones estadounidenses, un día después de que el FBI informó, el miércoles por la noche en una rueda de prensa, que Irán y Rusia han tratado de “influir la opinión pública”.

La información de las autoridades podría indicar que fuerzas en el extranjero posiblemente están detrás de los correos electrónicos que algunos votantes en Florida —popularmente conocido como un estado péndulo— y otros estados recibieron esta semana, supuestamente por parte de los Proud Boys, una organización ultraderechista y pro-Trump.

Biden dijo varias veces que “cualquier país que interfiera con las elecciones estadounidenses pagará un precio”. Trump, por su parte, alegó que esos países seguro quieren que él pierda.

Ambos candidatos durante este segmento también se acusaron entre sí de tomar fondos de otros países y de participar en esquemas corruptos en el extranjero.

La moderadora le preguntó a Biden sobre los rumores de que su hijo, Hunter, se involucró en actividades poco éticas mientras su padre ocupaba el cargo de vicepresidente. Biden desmintió los alegatos y rápidamente llevó el tema a un reciente reporte que Trump tenía una cuenta bancaria en China.

Además, Biden arremetió contra Trump por su relación cercana con el líder de Corea del Norte Kim Jong Un, a quien describió como un “matón”. Trump se defendió diciendo que sus reuniones con Jong Un previnieron una posible guerra, y que “millones estarían muertos” si no fuese por su buena relación con el líder dictatorial

Pandemia del coronavirus: ¿Abrir o cerrar el país?

En cuanto a la crisis del COVID-19, el demócrata culpó al republicano de las casi 223,000 muertes —desproporcionadamente de hispanos y negros— en Estados Unidos. Trump dijo que “tomaba total responsabilidad” pero luego inmediatamente señaló a China como el causante de la pandemia.

Biden también acusó a su oponente de menospreciar y esconder la gravedad del virus ante el pueblo a principios del año, y de difundir información errónea al respecto, como que el cloro podría ser una cura. Trump ha alegado que lo dijo sarcásticamente.

“Este es el mismo tipo que nos dijo que esto terminaría para Pascuas y estamos apunto de entrar en un oscuro invierno y no tiene un plan claro”, dijo Biden.

Trump refutó eso con tono triunfal: “No creo que vayamos a tener un invierno duro para nada. Estamos abriendo nuestro país”.

Esa última declaración desató una conversación sobre si abrir o cerrar. Trump dijo que si gana, Biden cerraría el país. Biden dijo que abriría pero con medidas cautelares para prevenir el contagio, como uso de plexiglass y cubrebocas, y practicando el distanciamiento social. Trump describió esa propuesta como poco realista, diciendo que los negocios no podían trabajar “envueltos en plástico”.

“No podemos permitirnos encerrarnos en el sótano”, dijo Trump. “No podemos cerrar nuestra nación … o no vamos a tener una nación”.