Muchas críticas ha recibido la llamada “ley bonita” del presidente Trump sobre el presupuesto para el próximo año fiscal. A las quejas por el aumento que representa para la deuda nacional se suman los graves recortes que impulsará en programas vitales que en el caso concreto de Nueva York, han hecho sonar las alarmas por el devastador impacto que tendrían en el sistema de salud y los programas de alimentos, entre otras cosas.
Así lo denunció la gobernadora del estado, Kathy Hochul, quien advirtió que el proyecto de ley aprobado por los republicanos en la Cámara y que ahora está en manos del Senado, desmantelaría el sistema de salud de Nueva York, con recortes de por lo menos $13,500 millones anuales.
De darse luz verde a la ley de Trump, 1.5 millones de neoyorquinos perderán su cobertura médica y se quedarán sin seguro y más de $3,000 millones en pérdidas sufrirán los hospitales alrededor del estado.
“Los republicanos en Washington han dejado muy claro que están decididos a desmantelar la red de seguridad social de la que millones de neoyorquinos dependen para cubrir sus necesidades básicas. Ellos están atacando específicamente programas esenciales y vitales como Medicaid y los cupones de alimentos”, dijo la mandataria estatal. “Los estadounidenses comunes y corrientes sufrirán las consecuencias de este ataque”.
A pesar del oscuro panorama que representa el intento de la administración Trump para acabar con programas que benefician a familias de bajos recursos, buena parte de ellas inmigrantes, la Gobernadora aseguró estar lista para dar la pelea legal en los tribunales, de ser aprobado el proyecto de ley. “Me comprometo a utilizar los litigios y otras herramientas adecuadas para salvaguardar y proteger a los neoyorquinos”, dijo Hochul.
El líder demócrata de la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, también se sumó a las mismas preocupaciones y señaló que será necesario enfrentar a la administración federal para frenar sus avances en materia presupuestaria, ya que Nueva York sufriría un golpe bajo, principalmente en cuidado de salud.
“En nuestro gran estado, millones de personas dependen del Medicaid para recibir atención médica esencial. Con la Ley de la Gran Depresión de Trump, 1.5 millones de neoyorquinos perderían su seguro médico como parte de un plan tóxico para implementar recortes fiscales masivos para multimillonarios como Elon Musk”, declaró el líder político neoyorquino, destacando que parte de los recortes que la administración Trump está promoviendo es para utilizar esos recursos en subsidios tributarios para los millonarios.
“Las residencias de ancianos cerrarán, los hospitales cerrarán y los Centros de Salud Comunitarios perderán financiación. Los republicanos de la Cámara de Representantes de Nueva York no fueron más que un simple sello de aprobación para la agenda imprudente y extrema de Trump, votando para despojar a sus electores de la atención médica”, comentó el congresista. “Debemos mantener la presión y seguir utilizando todas las herramientas a nuestra disposición para garantizar que esta Ley de la Gran Depresión quede enterrada y no vuelva a levantarse”.
El Dr. James McDonald, Comisionado de Salud del Estado de Nueva York, calificó la llamada “ley bonita”, a la que Trump bautizó así, como un ataque directo contra la vida y el bienestar de neoyorquinos vulnerables.
“Estos recortes innecesarios y miopes minan la salud, la seguridad y el bienestar financiero de los neoyorquinos, especialmente de quienes dependen de la red de seguridad social que se está eliminando”, dijo el funcionario. “No se trata de que Estados Unidos vuelva a estar sano, sino de que Estados Unidos vuelva a sufrir”.
El proyecto de ley aprobado por la Cámara de Representantes, con el apoyo de todos los republicanos del Congreso de Nueva York eliminaría más del 50% de los fondos del Plan Esencial, estimado en más de $7,500 millones, lo que denuncian como una amenaza para los neoyorquinos.
Asimismo, el proyecto de ley busca afectar el Medicaid con cambios como exigir a los estados que impongan requisitos más estrictos de declaración de empleo y procesos de verificación más estrictos, lo que dificultará considerablemente el acceso a la cobertura y aumentará los costos administrativos.
“El proyecto de ley también elimina mecanismos de financiación cruciales e impone nuevas sanciones dirigidas a estados como Nueva York, que han invertido en ampliar el acceso a la atención médica. En total, el proyecto de ley causaría un impacto de casi $6,000 millones en el programa estatal de Medicaid, incluyendo, entre otros impactos, aproximadamente $2,500 millones en pérdida de ingresos federales y $500 millones en nuevos costos administrativos estatales”, advirtió la Gobernación.
