
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue abucheado este domingo durante la final del US Open entre Carlos Alcaraz y Jannik Sinner, a pesar de que la organización del torneo intentó limitar su visibilidad en pantallas y transmisiones.
La presencia de Trump fue minimizada por la organización del torneo, que oscureció su imagen en las pantallas del estadio Arthur Ashe cuando ingresó al palco reservado por la firma Rolex, que lo había invitado.
Durante la interpretación del himno nacional por la sargento Carla Loy, de West Point, las cámaras evitaron enfocarlo. No fue hasta minutos después que se mostró su imagen, lo que generó una fuerte reacción de desaprobación por parte del público. Tras su desaparición de las pantallas, el ambiente volvió a la normalidad.
Medidas de seguridad y restricciones a las cadenas
Trump llegó al recinto alrededor de la 1:34 p.m., tras el paso del Air Force One por la zona. La final había sido retrasada media hora, a las 2:30 p.m., para facilitar el ingreso del público, debido a los controles de seguridad.
La organización del US Open solicitó a las cadenas con derechos de transmisión que evitaran mostrar “alteraciones o reacciones” relacionadas con la presencia del presidente, en un intento por reducir la visibilidad de posibles protestas.
Abucheos durante y después del himno
Pese a las restricciones, Trump fue abucheado en dos ocasiones cuando fue enfocado por las cámaras del estadio. El primero ocurrió durante el himno nacional, y el segundo más tarde, cuando volvió a mostrarse brevemente su imagen. En ambos casos, la desaprobación fue audible.
La reacción del público generó comentarios sobre el intento de censura. Muchos asistentes captaron los momentos con sus teléfonos móviles y los difundieron en redes sociales.
Antecedentes y contexto
Trump no asistía al US Open desde 2015, cuando aún era candidato en su primera campaña presidencial. En aquella ocasión, fue abucheado durante un partido entre Venus y Serena Williams, y abandonó el estadio poco después.
Este año, su presencia generó filas largas en los accesos al recinto y mayor control de seguridad. Según datos de la organización, cuando Trump ingresó al palco, el estadio se encontraba con aproximadamente un 10% del aforo ocupado.
Durante la final, el presidente aplaudió a ambos finalistas, Alcaraz y Sinner, pero evitó hacer declaraciones públicas desde el lugar.