¿Debería Donald Trump involucrarse en los esfuerzos para superar las reticencias de parte de la población estadounidense hacia las vacunas contra el covid, especialmente en el campo republicano? La Casa Blanca cree que sí, pero no tiene la intención de suplicarle que lo haga.
Los expresidentes Jimmy Carter, George W. Bush, Bill Clinton, Barack Obama se han movilizado en las últimas semanas con un mensaje sencillo: hay que vacunarse.
Trump se ha mantenido alejado de esta iniciativa.
“Todos los demás expresidentes vivos (…) se involucraron en campañas de concienciación, no necesitaban una invitación formal”, dijo el lunes Jen Psaki, portavoz de la Casa Blanca. “Si el expresidente Trump se despertara mañana y decidiera hablar con más claridad sobre la efectividad de las vacunas, por supuesto que estaríamos a favor”, agregó.
Cuando se le preguntó poco después sobre este tema, el presidente Joe Biden consideró que no era un tema importante.
“Hablé con mi equipo al respecto. Piensan que lo que dicen los médicos o los funcionarios locales importa más que lo que Trump pueda decirle a los partidarios del MAGA”, respondió, refiriéndose al lema de la campaña de su predecesor (”Make America Great Again”).
Donald y Melania Trump se vacunaron en enero, unas semanas antes de abandonar la Casa Blanca. Pero la información fue revelada por sus familiares varias semanas después.