
Uno de los grandes diseñadores de la costura italiana ha fallecido hoy a los 91 años de edad tras una prolífica carrera y después de construir uno de los emporios de la moda más sólidos del siglo XX. El funeral se realizará des forma privada, según han contado fuentes del grupo Armani:
«Con profundo pesar, el grupo Armani anuncia el fallecimiento de su creador, fundador e incansable impulsor. El Sr. Armani, como siempre lo llamaban con respeto y admiración sus empleados y colaboradores, falleció en paz, rodeado de sus seres queridos. Incansable, trabajó hasta sus últimos días». El velatorio estará abierto desde el sábado 6 de septiembre hasta el domingo 7 de septiembre, de 9:00 a 18:00 h, en Milán, en Via Bergognone 59, en el Armani/Teatro. De acuerdo con la voluntad expresa del Sr. Armani, el funeral se celebrará en privado. Este es su retrato, firmado por Paola Pollo».
Conocido por su habilidad con la sastrería y sus diseños funcionales, el nacido en Piacenza, siguió adaptando su marca al paso de los años, sin perder su esencia en un mercado competitivo en el que este italiano supo mantener su firma y su huella de identidad.
“Ha sido un revolucionario, a su manera, quizá uno de los cinco tótems de la moda que han tenido auténtico impacto”, declaraba en una entrevista el periodista especializado en moda, Tim Blanks.
El índice Bloomberg Billionaires estima que la riqueza de Giorgio se sitúa en torno a los 9 mil millones y medio de euros. Eso le ha permitido convertirse en una rara avis y mantener su independencia en su empresa, algo que muy pocos nombres míticos del sector han conseguido.
El mismo periodista le calificó de excéntrico, aunque nadie lo diría, radica en su enfoque específico del diseño, que es a la vez simplificado y matizado.
La estrecha relación de Armani con su socio Sergio Galeotti, fallecido en 1985, ha ayudado a impulsar su ascenso al estatus de diseñador de moda más exitoso. Ahora, Armani, que no tiene hijos y no cuenta con muchos amigos fuera de su familia y su empresa, se inclina hacia un nuevo tipo de amor y vulnerabilidad, gracias a la presencia de la hija pequeña del que fue su colaborador en la oficina.
Tras más de 35 años de carrera que nació a partir de una línea exclusiva de ropa masculina hasta un imperio de la moda de lujo que incluye las líneas de ropa Giorgio Armani Privé y Emporio Armani junto con accesorios, calzado, cosméticos y decoración del hogar, deja este mundo más bello.
Armani, que estudió medicina, y realizó un posgrado en el departamento de la Universidad de Milán, abandonó esta vocación en 1953, para unirse al ejército italiano. Armani comenzó a buscar una carrera diferente y poco después consiguió un puesto como escaparatista para La Rinascente, unos importantes grandes almacenes de Milán.
Empezó a trabajar como dependiente en el departamento de ropa masculina y, a principios de la década de 1960, consiguió un puesto de diseño de ropa masculina en Nino Cerruti.
A finales de los años 60, Armani conoció a Sergio Galeotti, quien animó a abrir su propio taller en 1973. Formaron un dúo y se asociaron en Armani S.p.A. y en 1975 presentó una colección de ropa masculina y femenina.
El diseñador rápidamente atrajo la atención de la industria, en particular por sus chaquetas de traje deconstruidas, y en 1976 sus prendas llegaban al centro de comercial Barneys New York.
El golpe definitivo en el mercado lo dio de la mano de su línea de fragancias en 1980. El diseñador lanzó su primera gama de decoración para el hogar en 1989, y en 2004 firmó una asociación con Emaar Properties PJSC, con sede en Dubai, para construir una serie de hoteles y complejos turísticos de la marca Armani en todo el mundo.
Roberta, ahora, hereda la responsabilidad de hacer más grande su Emporio, si cabe.