En medio de un ambiente de creciente tensión, activistas y migrantes indocumentados que se encuentran varados en la frontera entre Estados Unidos y México advierten de los riesgos cada vez mayores que enfrentan, incluyendo secuestros y muertes en rutas extremadamente peligrosas.
En Ciudad Juárez, epicentro del flujo migratorio en la frontera con Texas, se han registrado recientemente varios incidentes preocupantes. En las últimas dos semanas, se encontró un camión con 130 migrantes y una casa con 104 personas secuestradas y hacinadas. Además, cuatro personas fueron rescatadas en el desierto de Chihuahua, con signos graves de deshidratación, publicó Efe.
Francisco González Palacios, representante de la red de albergues Somos Uno por Juárez y coordinador del Albergue Vida, señaló que desde marzo los peligros para los migrantes han aumentado notablemente. La imposición de puntos de retén por parte del gobierno mexicano los obliga a buscar rutas alternativas, exponiéndolos aún más a los peligros.
Destacó que, una vez en Ciudad Juárez, los migrantes enfrentan nuevas amenazas, ya que grupos delictivos los acechan en la entrada y en las cercanías del río Bravo, que marca la frontera con Estados Unidos.
Los riesgos incluyen la extorsión, el robo y la trata de personas. Además, muchos corren el riesgo de ser detenidos en los retenes y devueltos a sus países de origen.
Esta alerta de los activistas surge tras un comunicado conjunto emitido por los presidentes Joe Biden y Andrés Manuel López Obrador, en el que acordaron tomar medidas concretas para reducir los cruces fronterizos irregulares y proteger los derechos humanos.
A pesar de que López Obrador afirmó que la migración irregular ha disminuido en más de un 50%, reconoció que los migrantes continúan enfrentando delitos y riesgos significativos en su travesía.
El pastor Juan Fierro García, que administra un albergue en Juárez, señaló que la mayoría de los migrantes rechazan la opción de llegar a un albergue y esperar una cita con las autoridades estadounidenses. En su lugar, optan por arriesgarse en rutas peligrosas, señala la agencia de noticias.
La falta de información y la confusión en torno a los procedimientos migratorios contribuyen aún más a la vulnerabilidad de los migrantes. Yocseni Bravo, una migrante venezolana, describió la dificultad de su ruta y el constante miedo a ser detenida.
La joven dijo a Efe: “Hemos pasado mucha hambre, calor, así tengamos algo de dinero, nos da miedo salir a comprar porque nos puede agarrar Migración. Entonces tratamos de mantenernos acá lo más que podamos”.
En este contexto, los migrantes enfrentan no solo los peligros físicos de su travesía, sino también la incertidumbre y la desesperación ante la falta de opciones seguras y viables para buscar una vida mejor.