El magistrado Alexandre de Moraes, de la Corte Suprema de Brasil, ordenó este martes reforzar la vigilancia policial frente a la residencia del expresidente Jair Bolsonaro, quien cumple prisión domiciliaria tras un presunto “riesgo de fuga”, sustentado en pruebas encontradas por la Policía Federal.
La decisión fue motivada por un pedido de la Fiscalía, luego de que la Policía Federal hallara en un teléfono incautado a Bolsonaro un borrador de solicitud de asilo político dirigido al presidente de Argentina, Javier Milei. Según las autoridades, ese documento demostraría una posible intención de huida.
Nueva investigación paralela al juicio por golpismo
El hallazgo del teléfono se produjo en el marco de una causa paralela al juicio penal por intento de golpe de Estado, proceso en el que Bolsonaro será sentenciado a partir del próximo 2 de septiembre. Este caso adicional indaga las gestiones del diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del expresidente, en Estados Unidos para obstaculizar dicho juicio.
Eduardo Bolsonaro lleva seis meses en Estados Unidos y, de acuerdo con la investigación, ha utilizado sus vínculos con sectores de la ultraderecha estadounidense para promover sanciones económicas contra Brasil.
Incluso se ha atribuido el endurecimiento de aranceles comerciales por parte de la administración Trump, y la revocación de visados a jueces del Supremo y ministros del actual gobierno.
Defensa niega fuga y acusa persecución
La defensa del exmandatario negó que exista intención de fuga, asegurando que el borrador de asilo data de febrero de 2024, cuando Bolsonaro aún no había sido formalmente imputado. También rechazan que las acciones de Eduardo Bolsonaro puedan ser consideradas como obstrucción a la justicia.
