
Un joven de 23 años, identificado como Robinson Méndez Brito, falleció la mañana del martes tras caer en una laguna ubicada en Santiago Oeste. Según versiones preliminares, Robinson sufría de epilepsia y no seguía su tratamiento médico con regularidad.
El hecho ocurrió mientras caminaba por el borde de la laguna, en una zona no apta para peatones. Testigos relataron que perdió el equilibrio, se golpeó la frente al caer y luego sufrió una convulsión, lo que le impidió mantenerse a flote.
Residentes señalan que esta laguna, considerada ilegal, presenta huecos peligrosos y representa un riesgo constante para quienes se acercan. Aunque vecinos intentaron ayudarlo al percatarse de la situación, ya no tenía signos vitales al ser rescatado.
El caso ha generado preocupación en la comunidad, destacando los riesgos de no tratar condiciones médicas como la epilepsia y la necesidad de asegurar áreas peligrosas para evitar futuras tragedias.