QUITO. – El cadáver de un segundo preso fue lanzado desde el interior de una de las siete cárceles donde se registran motines en Ecuador, según informó este viernes el Servicio Nacional de Atención Integral (SNAI) a Personas Privadas de Libertad, la agencia penitenciaria del Estado.
El suceso se produjo en la cárcel de Azogues, capital de la provincia andina de Cañar, y fue similar al registrado horas antes en la cárcel de Machala, en la provincia sureña de El Oro, cuyo motín logró ser controlado por las Fuerzas Armadas, de acuerdo al SNAI.
Ambos cadáveres fueron trasladados para ser identificados y determinar las causas de sus muertes.
Actualmente hay seis cárceles con motines activos desde hace cuatro días en Ecuador, donde los presos mantienen como rehenes a 170 funcionarios, entre ellos 155 guardias carcelarios y 15 administrativos.
En las últimas horas fueron liberados ocho funcionarios en distintas cárceles, algunos de ellos mediante intervención de la Iglesia
Ante esta situación, familiares de los funcionarios de prisiones aún retenidos realizaron una protesta en la ciudad andina de Latacunga, para reclamar al Gobierno su liberación, pues el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, se opone a negociar con las bandas criminales, a las que ha pasado a considerar como grupos terroristas tras la declaración del «conflicto armado interno».
Los motines simultáneos en las cárceles de Ecuador fueron parte de una jornada de terror y caos acontecida el martes y atribuida a las mafias del crimen organizado, que incluyó atentados con explosivos, el secuestro y asesinato de policías e incluso el asalto armado a un canal de televisión en la ciudad de Guayaquil.
La crisis de violencia ha dejado al menos 15 fallecidos hasta el momento, entre ellos dos policías que fueron asesinados el martes.
Los hechos se suscitan cuando el Gobierno del presidente Daniel Noboa se disponía a poner en marcha su plan para recuperar el control de las cárceles ecuatorianas, muchas de ellas dominadas internamente por estos grupos delincuenciales, cuyas rivalidades han dejado más de 450 presos asesinados desde 2020 en una serie de masacres carcelarias.
Esa violencia también se ha trasladado a las calles hasta hacer de Ecuador uno de los países más violentos del mundo con 45 homicidios intencionales por cada 100.000 habitantes en 2023, y tras los episodios de esta semana el Gobierno ha declarado el «conflicto armado interno» y ha clasificado a estas bandas como grupos terroristas y objetivos militares.