SAN JUAN, Puerto Rico – Las pequeñas islas municipio de Vieques y Culebra, ubicadas frente a la costa este de Puerto Rico y que constituyen un centro turístico internacional, sufren desde hace décadas un aislamiento provocado por un deficiente transporte marítimo, problema agudizado en las últimas fechas por averías en las barcazas que enlazan con la isla principal.
El problema, aunque no nuevo, está de plena actualidad desde hace unas semanas, cuando las denuncias de abandono por parte de las autoridades locales han dado a conocer un poco mejor una situación a la que este martes se trata de dar respuesta con la ayuda de embarcaciones de la Guardia Nacional de Puerto Rico (GNPR).
Las dos embarcaciones de la GNPR para transportar carga a Vieques y Culebra tratarán de dar respuesta a una situación que ha tenido consecuencias políticas y que provocó la renuncia de la directora ejecutiva de la Autoridad de Transportación Marítima (ATM), Mara Pérez, acusada por algunos de incapacidad para resolver un problema que en realidad se arrastra desde hace décadas.
La magnitud del problema, que supone un auténtico abandono a su suerte de la población que vive en esas dos pequeñas islas, provocó la intervención del propio gobernador Pedro Pierluisi, quien aseguró que hará todo lo posible por dar una respuesta a esta situación.
“Desde antes de asumir el cargo que hoy ocupo me comprometí con los residentes de Vieques y Culebra a resolver, de una vez y por todas, el problema continuo que han tenido en cuanto al transporte marítimo”, señaló el gobernador.
“Ante esto, sepan que utilizaré todos los recursos a nuestro alcance para asegurar que se atiendan sus necesidades de suministros, combustible y transporte confiable”, agregó.
Pierluisi sostuvo que se llevan a cabo todas las acciones necesarias para implementar soluciones efectivas y sostenibles, como que el servicio quede en manos de una alianza público-privada para que se atienda de manera rápida el problema del transporte marítimo.
Mientras tanto, precisó, se activa a la Guardia Nacional, que será responsable de brindar el apoyo necesario para el transporte de suministros, tales como alimentos, combustible y productos de primera necesidad.
El nivel del problema es tal que el gobernador ha dado instrucciones para que la secretaria del Departamento de Transportes y Obras Públicas (DTOP), Eileen Vélez, y la secretaria de la Gobernación, Noelia García, lideren los esfuerzos para asegurar que los suministros lleguen a las islas.
El caso de “El Isleño”
La crisis de abandono de Vieques y Culebra ganó protagonismo después de que la embarcación “El Isleño” tuviera que dejar de operar a causa de una avería.
Las medidas tomadas para paliar la situación pasaron por el alquiler de la barcaza y remolque “Marilyn H”, con capacidad para 40 vehículos, que entró en servicio para complementar a la embarcación de carga “Mr. Mason”.
Durante el fin de semana pasado cuatro camiones con gasolina y diésel lograron desembarcar de la “Marilyn H” en el muelle Mosquito de Vieques, gracias a una rampa de tierra que los propios residentes de la isla reforzaron.
La barcaza, que fue alquilada por la ATM a la empresa American Tug, no disponía de la capacidad para atracar en el muelle, por lo que residentes tuvieron que construir la rampa.
El alcalde de Vieques, José Corcino, señaló que la isla necesita robustecer el inventario de sus comercios, ya que se acerca la temporada de huracanes y muchos negocios carecen de productos de primera necesidad.
“El gobernador dio instrucciones de que a la mayor brevedad posible se solucione esta situación y se busquen alternativas para nosotros los residentes de Vieques y Culebra”, dijo.
El gobernador Pierluisi sostuvo que se ha tomado en serio la situación y actuado con sentido de urgencia con acciones inmediatas como la activación de la Guardia Nacional y asegurar que el proceso de la alianza público-privada se cumpla dentro de los términos establecidos.
Para mejorar el enlace con Vieques y Culebra, se cambió la terminal de las embarcaciones, del municipio de Fajardo, donde operó por décadas, a Ceiba. El cambio había sido solicitado durante mucho tiempo por los viequenses por reducir el tiempo de viaje a menos de la mitad.
Pero el cambio no cumplió con todas las expectativas. Las lanchas siguen siendo insuficientes, los horarios no son confiables y, cuando llueve, el terminal de Ceiba se inunda y se convierte en un lodazal.
Los vecinos de los dos municipios esperan ahora que, a raíz de la atención mediática, sus problemas alcancen una solución.