Ryan Kelley fue arrestado durante su campaña para gobernador de Michigan en 2022, acusado de participar en el asalto al Capitolio el 6 de enero. Tras quedar cuarto entre cinco candidatos en las primarias republicanas y cumplir una condena de dos meses por allanamiento, considera volver a postularse, publicó la agencia de noticias The Associated Press.
Con Donald Trump de nuevo en la Casa Blanca y habiendo indultado a más de 1,500 manifestantes, Kelley asegura que ya no es visto como un criminal, sino como un símbolo por muchos en su partido. En actos republicanos locales lo reciben con aplausos, lo presentan como “el favorito” del asalto y lo animan a competir nuevamente en 2026.
Kelley, de 43 años, no ingresó al Capitolio ni atacó a la policía, pero admitió haber cruzado una barrera, alentado a otros a avanzar y arrancado una lona, indicó AP. En 2023 se declaró culpable para evitar cargos mayores. En su audiencia de sentencia dijo que sus acciones fueron un error.
Ahora, sin embargo, minimiza lo ocurrido: “Fue una protesta que se volvió una pelea durante unos minutos”.
Ryan Kelley no está solo
Grupos republicanos en al menos dos docenas de condados han invitado a otros indultados del 6 de enero a hablar en eventos políticos, algunos incluso condenados por delitos violentos. Algunos de ellos evalúan postularse a cargos públicos, como Jake Lang en Florida o Enrique Tarrio, exlíder de los Proud Boys, quien fue condenado por conspiración sediciosa antes de recibir el indulto presidencial.
Los actos con estos oradores no pasan desapercibidos. La agencia señalo que en California, una charla con seis manifestantes indultados fue rechazada por tres sedes ante la presión ciudadana. Aun así, en muchos sectores del Partido Republicano estos individuos son vistos como mártires.
Kelley aún no ha tomado una decisión definitiva, pero reconoce que el momento político es único. “Recibimos mucho odio, pero también voy a recibir mucho apoyo”, dijo. “Ahora es el momento de catapultarme con eso”, agregó.
