
Santo Domingo, República Dominicana. Una puerta cerrada, un mensaje breve y un silencio que retumba más fuerte que cualquier tambora. Así amaneció el icónico restaurante Jalao, ubicado en la Ciudad Colonial, tras anunciar su cierre inmediato y sin fecha de reapertura, justo cuando su propietario, Antonio Espaillat, enfrenta una creciente presión pública e investigaciones oficiales tras la tragedia ocurrida en Jet Set.

“Estaremos cerrados hasta nuevo aviso. Gracias por su comprensión”, fue la escueta publicación en Instagram que activó la alarma entre clientes frecuentes, artistas y turistas que hacen de Jalao un punto de encuentro obligado por su ambiente caribeño, su música en vivo y su cocina de raíces dominicanas.
El anuncio no pudo llegar en un momento más delicado. El pasado 8 de abril, el techo de la discoteca Jet Set —también propiedad de Espaillat— colapsó durante un evento de merengue, provocando una de las mayores tragedias en la historia reciente del país, con al menos 221 personas fallecidas y más de 180 heridas, según cifras oficiales.
Entre las víctimas figuran personalidades como el cantante Rubby Pérez, el diseñador Martín Polanco, los exjugadores de Grandes Ligas Octavio Dotel y Tony Blanco, y la gobernadora de Montecristi Nelsy Milagros Cruz Martínez. La magnitud del suceso ha conmocionado al país y puesto bajo la lupa a todos los espacios de entretenimiento que operan en estructuras cerradas.
Antonio Espaillat, presidente del conglomerado RCC Media, rompió su silencio tras varios días y expresó: “Desde el primer momento hemos estado colaborando de forma total y transparente con las autoridades”. En un mensaje en sus redes sociales agregó: “Compartimos el dolor de cada familia afectada. No hay palabras suficientes para expresar la angustia que sentimos”.

Según sus declaraciones, Espaillat estaba fuera del país cuando ocurrió el siniestro, y hasta ahora, ni él ni los organismos oficiales han confirmado cuántas personas estaban presentes dentro del local al momento del colapso, ni las causas exactas que lo provocaron.
Frente a la indignación pública, el Gobierno dominicano conformó una comisión de expertos nacionales e internacionales para investigar las condiciones de la estructura y establecer responsabilidades. “El objetivo es entender con precisión qué pasó, para prevenir y fortalecer las normas de seguridad”, indicó el vocero del Gobierno Homero Figueroa.

De manera paralela, el Ministerio de Relaciones Exteriores (MIREX) informó que facilitará el ingreso a territorio dominicano de los familiares de los al menos 14 venezolanos fallecidos durante el evento. Los allegados podrán gestionar el traslado de los restos de sus seres queridos, presentando pasaporte vigente y evidencia de parentesco. Para acceder a esta ayuda, el MIREX habilitó los correos documentos@mirex.gob.do, luis.meneses@cadoven.com y el número +1 809-696-5628.
En medio de este escenario, el cierre de Jalao se percibe como una acción preventiva o estratégica, en tanto crece el escrutinio sobre los locales operados por Espaillat. Desde hoy, todas las reservaciones, eventos y presentaciones culturales en el restaurante quedan canceladas de forma indefinida.

Hasta el momento, no se ha emitido una declaración oficial que vincule el cierre de Jalao con las investigaciones en Jet Set. Sin embargo, la opinión pública exige transparencia y medidas concretas que garanticen la seguridad en espacios de alto flujo humano.
Se espera que en las próximas horas se brinden explicaciones claras por parte de los administradores del establecimiento, mientras aumenta la presión mediática y social por conocer el trasfondo de esta inesperada clausura.