Diez senadores republicanos anunciaron este domingo una propuesta de ayuda contra la crisis del coronavirus de 600,000 millones de dólares, y solicitaron una reunión con el presidente, Joe Biden, para negociar a partir de esta premisa el plan de estímulo de 1.9 billones impulsado por los demócratas en el Congreso (donde tienen mayoría) y desde la Casa Blanca.
Los senadores, encabezados por Susan Collins, republicana por Maine, darán a conocer detalles adicionales de su plan el lunes. En la misiva a Biden, alegaron que su propuesta responde a las peticiones de «unidad» del presidente.
Lisa Murkowski, republicana por Alaska; Mitt Romney por Utah; y Rob Portman por Ohio, son otros de los senadores que firmaron la carta, en la que «dan la bienvenida a la oportunidad de trabajar [con Biden] de manera bipartidista para combatir el coronavirus y brindar apoyo continuo a las familias que luchan durante la pandemia».
«Con el espíritu del bipartidismo y la unidad, hemos desarrollado un marco de ayuda para la crisis del COVID-19 que se basa en leyes de asistencia anteriores a la pandemia que fueron aprobadas con el apoyo de ambos partidos», escribieron.
La propuesta de este grupo de senadores incluye 160,000 millones de dólares para el desarrollo y distribución de vacunas, pruebas y rastreo, tratamientos y suministros, incluida la producción y el reparto masivo de equipos de protección personal.
Mientras que el plan de Biden enviaría cheques de 1,400 dólares a personas con ingresos de hasta 75,000 dólares anuales y parejas que ganen hasta 150,000, el senador Rob Portman, republicano por Ohio, y uno de los firmantes de la carta, señaló que la propuesta reduciría ese umbral a 50,000 dólares para individuos y 100,000 para parejas. Los cheques serían 1,000 dólares, según el senador Bill Cassidy, republicano por Louisiana, y otro de los miembros del grupo.
Sus medidas se ponen sobre la mesa cuando los demócratas se preparan para avanzar el lunes sobre un camino partidista en el proyecto de Biden, que los republicanos rechazan alegando que es demasiado costoso, dado que el Congreso ya se ha comprometido a cuatro billones de dólares para combatir la pandemia, incluido el plan de 900,000 millones aprobado tras una larga negociación en diciembre.
La contrapropuesta republicana también incluye 4,000 millones para reforzar los tratamientos de salud mental y el abuso de sustancias; una nueva ronda de pagos directos para «las familias que más necesitan asistencia»; y más beneficios federales por desempleo.
Se espera que la propuesta republicana descarte aumentar el salario mínimo federal a 15 dólares la hora, como quiere hacer Biden.
El equipo de transición de Biden anunció a mediados de este mes que el paquete de 1.9 billones de dólares financiaría las vacunas contra el COVID-19 y proporcionaría un alivio inmediato para las familias y comunidades más afectadas por la pandemia.
Brian Deese, director del Consejo Económico Nacional de la Casa Blanca, confirmó a CNN este domingo que la Casa Blanca había recibido la carta.
«Recibimos el documento y lo revisaremos a lo largo del día», confirmó Deese, «lo que diré es que las disposiciones del plan del presidente fueron calibradas para la crisis económica que enfrentamos».
Biden, agregó, es «intransigente cuando se trata de la velocidad a la que debemos actuar para abordar esta crisis».
La propuesta llega cuando Biden ha sugerido que está dispuesto a aprobar una parte importante del paquete 1.9 billones de dólares a través de una táctica conocida como reconciliación [un proceso legislativo del Congreso que acelera la aprobación de cierta legislación presupuestaria en el Senado] si los republicanos se niegan a dar su brazo a torcer. La maniobra significaría que el paquete solo necesitaría una mayoría simple del Senado de 51 votos, en lugar de 60.
«Solicitamos reunirnos con usted para discutir nuestra propuesta con mayor detalle y cómo podemos trabajar juntos para satisfacer las necesidades del pueblo estadounidense durante esta pandemia persistente», escribieron los senadores republicanos a Biden, y agregaron: «Reconocemos su petición de unidad y deseamos trabajar de buena fe con su Administración para enfrentar los desafíos de salud, económicos y sociales provocados por la crisis del coronavirus».
Los otros firmantes de la carta son los senadores republicanos Bill Cassidy, republicano por Louisiana, Shelley Moore Capito, por West Virginia; Todd Young, por Indiana; Jerry Moran, por Kansas; Mike Rounds, por Dakota del Sur; y Thom Tillis, por Carolina del Norte.