Un asesino lleva 15 días desafiando a más de 270 agentes que trabajan día y noche para detenerlo en la sabana brasileña. Lázaro Barbosa, de 32 años, es sospechoso de matar brutalmente a una familia entera, de violación, robos y secuestros que ha ido cometiendo durante su fuga.
Los noticieros dedican grandes espacios a este caso con programas donde la madre, el padre o la mujer de Lázaro, con la que tiene una niña de dos años, le suplican que se entregue a las autoridades.
Pero el homicida, considerado «un psicópata impredecible», no aparece y ni siquiera el imponente despliegue policial –drones equipados con infrarrojos, helicópteros, perros rastreadores, radios– ha servido para «darle caza» en la región de Cocalzinho do Goiás, cerca del Distrito Federal (DF).
Una zona de densa vegetación, con muchos matorrales, cuevas y arroyos que el forajido –bautizado como ‘el asesino en serie del DF’– conoce muy bien.
La Policía –que estableció puntos de control en las carreteras– ha publicado fotos con diferentes disfraces que podría utilizar para pasar desapercibido. Atemorizados, muchos vecinos han cerrado sus casas y se han marchado a otros lugares.
PCDF divulga projeção de disfarces que Lázaro Barbosa pode usar.https://t.co/mOsBrd7lT6pic.twitter.com/fu6s6rdEPS— Correio Braziliense (@correio) June 16, 2021
Los coordinadores de la intensa búsqueda dicen que es durante la noche cuando Lázaro abandona sus escondites en busca de comida. En palabras del vicepresidente, Hamilton Mourao: «Es como buscar un león en la selva».
El 9 de junio, Lázaro entró en una granja en Ceilândia, en el DF, y mató a cuchilladas y a tiros a un matrimonio y a sus dos hijos, de 21 y 15 años. Escondió los cuerpos con hojas para que no fuesen identificados en los registros aéreos de la Policía.
Desde entonces, ha invadido propiedades –incendió una y varias personas fueron trasladadas en estado grave al hospital–, se enfrentó a tiros con un campesino y robó armas y coches. En una de las viviendas, incluso obligó a una mujer a prepararle algo de comida mientras veía la televisión y al marido a fumar junto a él marihuana.
Durante estos días, Lázaro y los agentes han protagonizado varios enfrentamientos. Uno de los más destacados fue cuando tomó como rehenes a un matrimonio y a su hija y los trasladó hasta la orilla de un río, donde al parecer pensaba asesinarlos. No tuvo tiempo. La joven logró mandar un mensaje a la Policía, que llegó al lugar y salvó a la familia. El homicida huyó una vez más.
Un largo historial criminal
Los antecedentes criminales de Barbosa datan de 2007, cuando con 19 años fue arrestado por doble homicidio. En aquella ocasión, perseguía a una mujer y asesinó a dos hombres que intentaron ayudarla. Diez días después de su arresto, escapó de prisión.
Pasados dos años, la Policía lo detuvo en Brasilia por violación, robo y porte ilegal de armas. El informe psicológico que se le hizo entonces lo describe como una persona con «un comportamiento agresivo, impulsivo, inestabilidad emocional y falta de control y equilibrio».
LÁZARO, TREINADO NAS SELVASSigam o raciocínio.Lázaro Barbosa, o serial killer de Brasília, escondeu-se no Cerrado há mais de uma semana. Neste tempo, um ser humano precisa comer e, sobretudo, beber água para sobreviver. O clima está seco na região, ele tem de se hidratar. pic.twitter.com/IfSSKWijlx— Rafael Fontana (@RafaelFontana) June 19, 2021
Tras cinco años preso, se le concedió el régimen semiabierto y dos años después se fugó de nuevo. Fue detenido otra vez en 2018 por dos homicidios y una violación, pero volvió a escapar.
Apareció el pasado mes de abril cuando invadió una casa donde encerró al padre y al hijo en el dormitorio y llevó a la esposa hasta un matorral para violarla. A partir de ahí, desencadena toda una serie de truculentos sucesos, mientras esquiva constantemente a las autoridades.
El caso de Lázaro incluso ha sido aprovechado por el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, para defender la posesión y el porte de armas, uno de sus proyectos estrella. «Tienes un loco aquí en la región del Distrito Federal, Goiás, cometiendo barbaridades. Matando gente, violando […] ese elemento intentó entrar en una vivienda y fue repelido porque el tipo usó un arma calibre 12 dentro», comentó.
También una seguidora del ultraderechista, la diputada Magda Moffato, de 72 años, publicó un video en las redes subida en un helicóptero. Vestida con ropa de camuflaje y armada con un fusil, dice: «Lázaro, estoy yendo a por ti».
La parlamentaria ha sido criticada por hacer una parodia de una situación como esta, pero tras 15 días las redes sociales se han llenado de memes sobre la infructuosa búsqueda.
En Internet también abundan las informaciones falsas hasta el punto de que las autoridades han advertido de que están dificultando la búsqueda, porque todas las noticias que reciben deben ser verificadas por los equipos.
La «psicosis» que ha ocasionado este caso también provocó que cuatro encapuchados secuestrasen y golpeasen a un hombre parecido físicamente a Lázaro y que un cantante brasileño decidiese no salir de casa por temor a que la gente lo confunda con el asesino.