22 de junio de 2025

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¿Por qué el Estrecho de Ormuz es crucial en la disputa entre Irán e Israel?

El Estrecho de Ormuz, un paso marítimo estrecho y estratégico entre Omán e Irán, se ha convertido nuevamente en el centro de atención internacional. Es la única vía por la que el petróleo del Golfo Pérsico puede alcanzar los océanos abiertos, canalizando cerca del 20% del crudo mundial. Actualmente, el control de sus aguas está compartido entre Irán, Emiratos Árabes Unidos y Omán, tres países miembros de la OPEP+.

En medio de la creciente tensión regional y el temor a una escalada del conflicto entre Irán, Israel y ahora Estados Unidos, surge una pregunta clave: ¿qué papel juega el Estrecho de Ormuz en este escenario?

Pese a los recientes ataques israelíes, Irán ha logrado mantener e incluso aumentar sus exportaciones de crudo. Según la agencia Bloomberg, respaldada por imágenes satelitales, la República Islámica ha intensificado sus envíos de petróleo como parte de una estrategia de resistencia económica. Datos de TankerTrackers.com revelan que Irán ha exportado un promedio de 2,33 millones de barriles diarios desde el inicio de las hostilidades, lo que representa un aumento del 44% en comparación con la media anual hasta mediados de junio.

El país también cuenta con una considerable capacidad de almacenamiento: según S&P Global Commodity Insights, Irán puede acumular hasta 28 millones de barriles en la isla de Kharg, su principal terminal de exportación de petróleo.
Sin embargo, la amenaza más contundente aún podría estar por venir. Varios líderes iraníes han insinuado la posibilidad de cerrar el Estrecho de Ormuz, una medida extrema que Irán ya contempló durante la guerra con Irak en la década de 1980. Esta acción sería una poderosa herramienta para interrumpir el tráfico marítimo global y golpear los mercados energéticos.

Un canal estrecho, una influencia enorme

El Estrecho de Ormuz, con dos canales de navegación de apenas tres kilómetros de ancho cada uno, es uno de los puntos más sensibles del comercio internacional. A través de él transitan entre 17 y 20 millones de barriles de crudo al día, según la consultora Vortexa. Arabia Saudí, Irán, Kuwait e Irak dependen en gran medida de este paso para exportar petróleo, principalmente hacia los mercados asiáticos. Catar también lo utiliza para transportar casi todo su gas natural licuado.

Dada su importancia, cualquier alteración en la seguridad del estrecho —desde sabotajes hasta ataques con drones o bloqueos navales— podría tener consecuencias inmediatas en el precio del petróleo. De hecho, según estimaciones citadas por The Washington Post, un bloqueo total podría reducir en al menos un 20% el suministro mundial de crudo.

Zona en disputa

Aunque actualmente Emiratos Árabes, Omán e Irán comparten el control de sus aguas, el Estrecho de Ormuz ha sido históricamente una fuente de fricción geopolítica. En 2008, funcionarios iraníes advirtieron que controlarían el tránsito de embarcaciones si se veían amenazados. En 2011, Irán volvió a amenazar con bloquear la vía en respuesta a las sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea.

Hoy, con el conflicto tomando un giro más amplio, el Estrecho de Ormuz se convierte nuevamente en un termómetro de tensión global. Cualquier movimiento en esta estrecha franja de agua podría desatar efectos en cadena en el mercado energético y en la estabilidad regional.