Un nuevo escándalo se ha sumado a la larga lista del veterano gobernador (D) Andrew Cuomo, renuente hasta ahora a renunciar.
El ultra secreto panel de ética del estado -Comisión Conjunta de Ética Pública (JCOPE)- sugirió el viernes que ahora también está investigando las quejas formales de que Cuomo usó personal del gobierno para ayudarlo a escribir sus criticadas memorias alabando su gestión durante el COVID, publicadas en octubre bajo el título “American Crisis: Leadership Lessons from the COVID-19 Pandemic”, con su foto en portada.
Previamente Cuomo había sido señalado, en orden cronológico, de supuestamente: dar de alta a pacientes mayores en los hospitales, lo que ha sido vinculado con miles de muertes por coronavirus no reportadas totalmente entre residentes, empleados y visitantes de ancianatos; acosar sexualmente a mujeres; y de usar su influencia para privilegiar el acceso de sus allegados a pruebas de coronavirus el año pasado.
Después de una sesión privada de dos horas y media, ayer Monica Stamm, abogada de la Comisión, emitió un comunicado diciendo que el panel “discutió” y autorizó pasos en asuntos de investigación” no identificados. Se negó a identificar los temas, pero la inusual reunión de emergencia del JCOPE se convocó luego de nuevas acusaciones sobre supuestos abusos de poder de Cuomo durante la pandemia, reseñó New York Post.
JCOPE entró en sesión privada pocos minutos después de que el comisionado George Weissman leyese una declaración en la que se quejaba de que a él y a otros miembros Republicanos del panel se les negó datos sobre asuntos importantes. “Ahora se les dice a los comisionados que negar información confidencial o de otro tipo, es confidencial en sí mismo”, afirmó.
Varios empleados actuales y anteriores de la gobernación afirmaron el jueves al Times Union que “no se ofrecieron como voluntarios” como se había dicho, y que su trabajo en el libro de Cuomo fue “esperado”, a pesar de no ser una tarea oficial. “No era opcional”, aseguró un ex ayudante anónima. “Se consideraba parte de su trabajo… Todos sabían que hacías lo que se te pedía y la exclusión voluntaria nunca fue realmente una opción”.
El manejo del libro de Cuomo fue problemático desde el principio, afirmó el comisionado Gary Lavine. “Esto fue ilegal en mi opinión… Los legisladores designados para JCOPE no obtuvieron la información. Es incorrecto. Es inapropiado”.
Cuando Cuomo publicó el libro, en la cúspide de su popularidad en las encuestas, fue descrito en su comunicado de prensa como un “retrato notable del liderazgo durante la crisis y una historia descarnada de decisiones desgarradoras que señalan el camino hacia un futuro más seguro para todos nosotros”.
Muchos parientes de fallecidos criticaron de inmediato el lanzamiento del libro y algunos hicieron una quema simbólica en Brooklyn, llamándolo desconsiderado, presumido y apresurado, mientras la pandemia seguía y aún causa estragos.
Además, en la gestión de Cuomo sobre el COVID-19 se supo que limitó sus contactos con el gobierno federal para discutir soluciones, en medio de sus peleas con el entonces mandatario Donald Trump, aún siendo NY de lejos el estado más afectado por la pandemia, en muertes y pérdidas económicas.
Durante el otoño, la procuradora estatal Letitia James afirmó que el gobierno de Cuomo no estaba obstaculizando ilegalmente la divulgación de información solicitada reiteradamente desde Washington por el Departamento de Justicia (DOJ), sobre las muertes en los ancianatos. Pero este año James sí ordenó una investigación sobre las denuncias de acoso sexual contra el gobernador.
En marzo, la editorial Crown Publishing Group dejó de promocionar el libro, citando acusaciones de que la gobernación había encubierto muertes por COVID-19 vinculadas a hogares de ancianos.
JCOPE authorizes ‘steps’ in unnamed ‘investigative matters’; the closed-door decision comes as Cuomo faces series of ethics scandals. https://t.co/g54kZtacSU
— Times Union (@timesunion) April 9, 2021
Several current and former Cuomo staffers, or people speaking on their behalf, told the Times Union the work was expected within the culture of Cuomo’s office, and that book-related assignments were made in the context of normal daily duties. https://t.co/HSG73BYHeG
— Times Union (@timesunion) April 8, 2021