Corea del Norte acusó este lunes al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (ONU) de aplicar «un doble rasero» sobre las pruebas de misiles, después de que convocara una reunión esta semana para abordar los últimos lanzamientos de Pionyang.
El Ministerio de Relaciones Internacional norcoreano emitió un comunicado crítico con la decisión del organismo de celebrar este martes una reunión a puerta cerrada a raíz de su lanzamiento de dos misiles de corte alcance la semana pasada, y lo acusó de vulnerar la soberanía del país y hacer uso de una «extrema parcialidad».
La reunión de este martes se producirá pocos días después de que el comité de la ONU que gestiona las sanciones impuestas a Corea del Norte se reuniera para barajar nuevas medidas punitivas.
Pionyang alegó que su reciente prueba armamentística se ciñe al «ejercicio del derecho a la autodefensa» y argumentó que «no tiene ningún sentido» que sólo sus test sean motivo de denuncia, «cuando muchos otros países de todo el mundo están disparando todo tipo de proyectiles con el propósito de aumentar su fuerza militar», según el comunicado publicado por la agencia de noticias estatal KCNA.
En el texto, firmado por el director general del Departamento de Organizaciones Internacionales del Ministerio de Relaciones Exteriores, Jo Chol-su, el régimen calificó las pesquisas de la ONU «como una violación grave de la dignidad de un estado independiente y su soberanía y una violación sin sentido de la Carta de la ONU».
El funcionario norcoreano acusó a algunos miembros del Consejo de Seguridad de «abusar de las Naciones Unidas en su búsqueda de motivos ocultos para pisotear la soberanía de países independientes y controlar su desarrollo», y amenazó con tomar represalias ante cualquier intento de socavar su derecho a la autodefensa.
La denuncia de Corea del Norte se produce días después de su test de misiles más reciente, en el que lanzó dos proyectiles balísticos guiados de corto alcance y que supuso la primera prueba de este tipo por parte del país asiático en aproximadamente un año y el primero desde que Joe Biden llegó a la presidencia de Estados Unidos.
Pionyang acusó durante el fin de semana a Biden de «provocación» por criticar el test durante sus primeras ruedas de prensa tras asumir el cargo, y advirtió de una potencial nueva escalada dialéctica y de ensayos militares en la península coreana.