Melvin Townsend, el hombre que fue golpeado por Mike Tyson en un avión en abril de 2022, le está exigiendo al excampeón de boxeo de los pesos pesados una indemnización de 450.000 dólares por daños físicos.
Según informa el diario New York Post, la solicitud hace parte de una carta que el abogado de la víctima, Jake Jondle, envió este martes a los representantes legales de Tyson con el fin de «entablar negociaciones para resolver el caso» antes de «presentar una demanda».
En un video grabado por un testigo del incidente, Townsend aparece charlando y, aparentemente, molestando al boxeador, que estaba sentado delante de su asiento.
Según este testigo, inicialmente Tyson estaba tranquilo, pero luego se hartó del pasajero, que se veía excitado y seguía intentando hablar con él. Finalmente, el deportista se dio vuelta y empezó a propinarle puñetazos en la cara.
Jake Jondle asegura en su misiva que su cliente era simplemente un fan «emocionado» de poder conversar con el púgil, quien, en lugar de intentar resolver la situación por otros medios, «eligió la violencia física». Además, afirma que Townsend «sigue padeciendo los efectos de la agresión hasta el día de hoy». Según el letrado, su representado sufrió náuseas, dolores de cabeza, depresión, problemas de memoria, problemas de sueño y su visión se vio comprometida.
Por su parte, Alex Spiro, abogado del boxeador, calificó la petición de la contraparte de «extorsión» y dijo que «no habrá ningún pago de compensación». Representantes de Tyson señalaron previamente al medio TMZ Sports que, el día del ataque, Townsend le había arrojado una botella de agua a ‘Iron Mike’ y lo había molestado repetidamente. En un episodio del programa de Jimmy Kimmel en junio de 2022, el púgil confesó haberse equivocado y dijo que «eso nunca debería haber sucedido». «Estaba irritado, cansado, drogado y enojado», comentó.