
Londres.– Un caso estremecedor ha sacudido al Reino Unido tras revelarse que una pareja, en proceso de adopción, fue acusada de la muerte y agresión sexual de una bebé de tan solo 13 meses. La víctima, Preston Davey, había sido entregada a sus futuros padres adoptivos apenas cuatro meses antes de fallecer bajo circunstancias violentas.
Los acusados son Jamie Varley, de 36 años, profesor y jefe de curso en la academia South Shore de Blackpool, y su pareja John McGowan-Fazakerley, de 31. Ambos fueron formalmente imputados por su presunta implicación en la muerte de la niña, quien llegó inconsciente al Hospital Blackpool Victoria el 27 de julio de 2023, donde fue declarada muerta poco después.
Una adopción que terminó en tragedia
Preston Davey había vivido previamente en un hogar de niños antes de ser colocada con la pareja el 3 de abril de 2023, como parte de un proceso de adopción. Lo que se esperaba fuera el inicio de una nueva vida, terminó en tragedia.
Jamie Varley enfrenta una serie de cargos extremadamente graves tales como, asesinato, agresión sexual y agresión con penetración de un niño, homicidio involuntario, crueldad infantil, infligir lesiones corporales graves, producción y distribución de imágenes indecentes de menores, posesión de pornografía infantil extrema
Por su parte, John McGowan-Fazakerley ha sido acusado de causar y permitir la muerte de la menor, así como de negligencia infantil.
El caso ha causado una ola de indignación en todo el país, particularmente por la aparente falta de controles en el proceso de adopción. Organismos de protección infantil y figuras políticas han exigido una investigación inmediata sobre cómo fue posible que Preston fuera entregada a una pareja que ahora enfrenta cargos tan perturbadores.
Las autoridades han indicado que se encuentran en una fase activa de la investigación, y no descartan que surjan más detalles en los próximos días. Mientras tanto, ambos acusados permanecen bajo custodia policial y enfrentan lo que podría convertirse en uno de los juicios más mediáticos del Reino Unido en los últimos años.
La comunidad educativa de Blackpool también ha reaccionado con consternación, ya que uno de los acusados ejercía un cargo de responsabilidad en un centro escolar. La academia South Shore ha suspendido a Varley de sus funciones de manera inmediata y coopera con las autoridades.