
El papa León XIV, se comprometió este domingo a trabajar por la unidad para que la iglesia católica se convierta en un símbolo de paz en el mundo, durante su mensaje de comunión en la misa inaugural en la Plaza de San Pedro ante unos 200.000 peregrinos, presidentes, patriarcas y miembros de la realeza.
León XIV inició oficialmente su pontificado con un primer recorrido en papamóvil por la plaza, un rito de paso que se ha convertido en sinónimo del alcance global del papado y su atractivo mediático.
Durante la misa, el papa pareció emocionarse cuando le colocaron los dos potentes símbolos del papado: la estola de lana de cordero sobre sus hombros y el anillo del pescador en su dedo. Giró su mano para mirar el anillo y el sello y luego juntó sus manos frente a él en oración.
Protocolo de la misa:
Un estricto protocolo diplomático dictó los arreglos de asientos en la misa inaugural, tanto Estados Unidos como Perú tuvieron asientos en primera fila gracias a la doble ciudadanía de León del papa.
Vance el vicepresidente de Estados Unidos, un converso católico que se enfrentó con Francisco por los planes de deportación masiva de migrantes del gobierno de Trump, está acompañado por el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, quien llegó a Roma con anticipación para avanzar en las conversaciones de paz entre Rusia y Ucrania.
La presidenta de Perú, Dina Boluarte, es una de alrededor de una docena de jefes de estado que asisten, así como el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy.
El protocolo diplomático también dictó el código de vestimenta: mientras que la mayoría vestía de negro, las reinas y princesas católicas, Charlene de Mónaco y Letizia de España, vestían de blanco en un privilegio especial que se les permite.