Quintin Green (24) fue sentenciado a 35 años tras las rejas por matar a tiros a Shatavia Walls, una ex testigo federal, en una pelea vecinal en Brooklyn (NYC) en 2020 por fuegos artificiales ilegales, práctica que se volvió común en la ciudad durante la pandemia.
Green, miembro de “Ninedees Gang” también conocido con el apodo “Wild Child”, mató a Walls a instancias de su jefe de pandilla Maliek Miller el 7 de julio de 2020, según la evidencia. “Él fue el pistolero que la persiguió… la derribó con sus disparos”, dijo el miércoles la fiscal federal adjunta Emily Dean, señalando que Green escribió una publicación en Facebook confesando que el asesinato de Walls fue obra de la pandilla Ninedees.
“Quintin Green disparó a sangre fría a una mujer desarmada para hacerse un nombre en la pandilla, pero debería ser llamado por lo que realmente es, un asesino cobarde. Merecidamente pasará décadas en una prisión federal”, dijo en un comunicado John Durham, fiscal federal interino para el Distrito Este de Nueva York.
Walls, quien testificó en un juicio federal después de que le dispararan previamente en 2017, quería hacer las paces con Miller después de un enfrentamiento el 4 de julio de 2020, pero el líder de la pandilla no lo permitió y le dijo a su grupo: “Qué se jo… Es una rata”.
El juez de la Corte Federal de Brooklyn LaShann DeArcy Hall sentenció a Green el miércoles, aunque la duración de su condena había sido fijada debido al tipo de acuerdo de culpabilidad negociado entre los fiscales y sus abogados.
Walls, de 33 años, quedó atrapada en medio de una pelea de pandillas que duró una década en Pink Houses (NYCHA) en East New York, donde los Ninedees y sus aliados controlaban los edificios números 5 y 6, y los Makk Balla Brims dirigían los edificios números 7 y 8. Su esposo era un miembro de alto rango de los Brims.
Después de recibir un disparo de un presunto miembro de Loopy Gang, que está vinculado a los Ninedees, Walls subió al estrado en un juicio en un tribunal federal en 2019. Eso le valió la etiqueta de “soplona” y el continuo desprecio de algunos pandilleros en la zona.
Green y Joe Santana dispararon las balas contra Walls en 2020, mientras que otro pandillero, Shakur Bay, arrojó la ropa que llevaba el dúo por un conducto incinerador, dijeron los fiscales. Otro miembro de Nindeee, Kevin Wint, alquiló una habitación de hotel en el Best Western cerca del aeropuerto JFK donde los pistoleros pudieron esconderse durante la noche.
En ese momento Santana era un adolescente de 16 años y dijo que había cometido el crimen para cumplir con un rito de iniciación en la pandilla. Desde entonces, ellos cuatro han llegado a acuerdos con la fiscalía, pero Miller fue a juicio.
Miller fue condenado en junio de 2024 por orquestar el homicidio de Walls. El crimen fue además controversial porque la víctima supuestamente siguió el consejo de Eric Adams, entonces presidente del condado Brooklyn y actual alcalde de la ciudad, de que los neoyorquinos resolvieran las disputas de vecino a vecino en lugar de llamar al 311 ó 911, en el violento verano pandémico.
La violencia armada es constante en Nueva York y algunas víctimas son alcanzadas al azar con armas blancas y de fuego en calles, escuelas, el transporte público y negocios. Los enfrentamientos suelen estar vinculados con batallas entre pandilleros por el territorio y los sospechosos a veces se incriminan al alardear y publicar sobre sus crímenes en las redes sociales.
