
Puerto Príncipe (AP).- Pandilleros fuertemente armados mataron a dos policías haitianos en el más reciente ataque mortal contra las fuerzas del orden en el turbulento país caribeño, informaron las autoridades el miércoles.
Los agentes atacados la tarde del martes eran miembros de una nueva unidad especializada encargada de patrullar Kenscoff, una comunidad agrícola que alguna vez fue pacífica y que las bandas tratan de tomar. Se encuentra cerca de Puerto Príncipe, la capital, de la cual el 90% ya está controlado por bandas.
Lionel Lazarre, portavoz adjunto de la Policía Nacional de Haití, dijo a The Associated Press que los policías iban dentro de un vehículo blindado que quedó atascado en una zanja cavada por las bandas y fueron asesinados mientras intentaban escapar.
En un video publicado en las redes sociales, los miembros de la banda presumían las botas, las armas automáticas, los chalecos antibalas y otros artículos que arrebataron a los policías durante el ataque. También publicaron espeluznantes escenas de los agentes asesinados.
Los asesinatos ocurren menos de un mes después de que otros tres policías y un informante fueran asesinados en la región central de Haití, que ha sido atacado repetidamente por las pandillas. Un cuarto agente continúa desaparecido en ese caso.
Desde abril hasta finales de junio, se informó que unas 1.520 personas murieron y otras 600 resultaron heridas en Haití, y que 24% de ellas habían sido heridas o asesinadas por pandillas, según el informe más reciente de la ONU.
La policía haitiana trabaja con agentes kenianos que encabezan una misión respaldada por la ONU que lucha por sofocar la violencia de las pandillas. Se suponía que la fuerza multinacional actuaría con más de 2.500 efectivos uniformados, pero cuenta con menos de 1.000, dijo Ulrika Richardson, la coordinadora humanitaria saliente de la ONU para Haití.
El martes, en la sede de la ONU en Nueva York, describió la situación en el terreno como “alarmante y urgente”, calificándola de “sorprendentemente horrenda” en Puerto Príncipe, donde vivió y trabajó.
Richardson afirmó que 1,3 millones de personas han sido desplazadas por la violencia de las pandillas, 2 millones de personas enfrentan niveles de emergencia de inseguridad alimentaria y dos de cada tres hospitales de la capital no están funcionando.
También señaló que existe una falta de voluntad política en muchos niveles y escasez de dinero. Como ejemplo, dijo que el plan de respuesta humanitaria de 900 millones de dólares para Haití, que solo está financiado en un 9%, es “el nivel más bajo de financiación para cualquier plan de respuesta en el mundo”.
Richardson advirtió que las pandillas de Haití ahora han incursionado en el crimen organizado regional, que incluye el tráfico de drogas, armas y personas.