
Muwasi, Franja de Gaza (AP).- El caos estalló en el segundo día de las operaciones de ayuda de un nuevo grupo respaldado por Estados Unidos en la Franja de Gaza cuando palestinos desesperados abrumaron un centro de distribución de alimentos el martes, abriéndose paso entre las vallas. Por su parte, los soldados israelíes en la cercanía comenzaron a efectuar disparos de advertencia, lo que provocó que la gente empezara a huir en pánico.
Un periodista de The Associated Press escuchó disparos de tanques y armas israelíes y vio un helicóptero militar disparando bengalas. El ejército israelí dijo que sus soldados efectuaron los tiros de advertencia en el área fuera del centro y que “pusieron bajo control la situación”.
Periodistas de la AP vieron a por lo menos tres palestinos heridos que eran retirados del sitio, uno de ellos iba sangrando de la pierna.
El centro de distribución colocado en las afueras de la ciudad más al sur de Gaza, Rafah, había sido abierto en la víspera por la Fundación Humanitaria de Gaza, que ha sido designada por Israel para hacerse cargo de las operaciones de ayuda. La ONU y otras organizaciones humanitarias han rechazado el nuevo sistema, diciendo que no podrá satisfacer las necesidades de los 2,3 millones de personas en Gaza y que permite a Israel usar la comida como un arma para controlar a la población. También han advertido sobre el riesgo de fricciones entre los soldados israelíes y las personas que buscan suministros.
Los palestinos están desesperados por comida después de casi tres meses de bloqueo israelí que han llevado a Gaza al borde de la hambruna.
Palestinos en el sitio comentaron a la AP que un pequeño número de personas llegó al centro de la fundación el martes por la mañana y recibió cajas de alimentos. A medida que se difundió la noticia, cientos de miles de hombres, mujeres y niños caminaron varios kilómetros desde los extensos campamentos de tiendas a lo largo de la costa mediterránea de Gaza. Tuvieron que pasar por posiciones militares israelíes para poder llegar al centro.
En el sitio, esperaron en largas y lentas filas en corredores vallados. Dos personas dijeron que a cada persona se le registró y se le escaneó el rostro para identificación antes de permitirles recibir las cajas. Las multitudes crecieron y estalló el caos, luego de que algunas personas derribaron vallas y tomaron cajas. El personal en el sitio se vio obligado a huir, dijeron.
El periodista de AP, que estaba posicionado a cierta distancia del centro, escuchó disparos y rondas de fuego de tanques. Se podía ver humo elevándose desde donde impactó una ronda. Vio un helicóptero militar sobrevolando disparando bengalas.
“No había orden, la gente se apresuró a tomar (cajas), hubo disparos, y huimos”, dijo Hosni Abu Amra, quien había estado esperando para recibir ayuda. “Hemos huido sin llevar nada que nos ayude a superar este hambre”.
“Fue un caos”, comentó Ahmed Abu Taha, quien dijo que escuchó disparos y vio aviones militares israelíes sobrevolando. “La gente estaba en pánico”.
Se vio a las multitudes corriendo desde el sitio. Algunos lograron asegurar cajas de ayuda, que contenían artículos básicos como azúcar, harina, pasta y tahini, pero la mayoría se fue con las manos vacías.
En un comunicado, la fundación señaló que debido al gran número de palestinos que buscaban ayuda, el personal en el centro siguió los protocolos de seguridad del grupo y “se retiró” para permitir que se dispersaran, luego reanudaron las operaciones.
Un portavoz del grupo dijo a AP que no se dispararon tiros desde la fundación. Hablando bajo condición de anonimato de acuerdo con las reglas del grupo, el portavoz dijo que el protocolo tiene como objetivo “evitar la pérdida de vidas, que es exactamente lo que sucedió”.
La fundación utiliza contratistas privados armados para proteger los centros y el transporte de suministros. El centro también está cerca de posiciones militares israelíes en el corredor Morag, una franja de territorio a lo largo de Gaza que divide Rafah del resto del territorio.
El grupo ha establecido cuatro centros alrededor de Gaza para distribuir alimentos, dos de los cuales comenzaron a operar el lunes, ambos en el área de Rafah.
La ONU y otros grupos humanitarios se han negado a participar en el sistema de la fundación, diciendo que viola los principios humanitarios. Dicen que puede ser utilizado por Israel para desplazar forzosamente a la población al requerir que se muevan cerca de los pocos centros de distribución o enfrentarse a la inanición, una violación del derecho internacional. También se han opuesto al uso de reconocimiento facial para verificar a los beneficiarios.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, comentó sobre el caos en el centro de Rafah y señaló que “hubo una pérdida de control momentánea… afortunadamente lo controlamos”.