Como en “Los Miserables” de Víctor Hugo, “El Conde de Montecristo” de Dumas y tantos otros libros, películas y telenovelas, la vida de Ángel Cruz es una historia de caída y redención.
“La biblioteca de la prisión se convirtió en mi iglesia”, afirma Cruz, quien a sus 56 años, ahora se postula para ser juez de la Corte Civil en El Bronx (NYC), después de traficar heroína y pasar más de una década en prisión por dos condenas de intento de asesinato y robo a mano armada.
Dice que cambió su vida para ser padre de familia y convertirse en abogado. “Sólo en Estados Unidos es posible. Pasé de enemigo público a campeón público”, declaró en entrevista con New York Post.
Lejos de negarlo, Cruz está usando su sórdido pasado como parte de la campaña para el cargo de juez, admitiendo que hizo mal mientras crecía en Kingsbridge durante los turbulentos años 70’s y principios de los 80’s. Por ello menciona su historial criminal en un video de promoción.
Cruz fue un delincuente juvenil desde temprano: fue arrestado por primera vez por robo cuando tenía 12 años. Poco después fue condenado por intento de asesinato durante un asalto en 1982, siendo un adolescente de 17. “Tenía un arma. Hubo disparos”, recuerda, aunque insiste en que fue un cómplice el que disparó y nadie resultó herido.
Pero tras su liberación en 1988 después de cumplir esa condena, Cruz volvió a una vida de delincuencia, y fue arrestado nuevamente a los 22 años y sentenciado por robo a mano armada en una disputa por una venta de heroína en Brooklyn.
Esa vez Cruz fue sentenciado a entre 8 y 16 años después de un juicio con jurado. Pero mientras estaba encarcelado, Cruz llegó a la biblioteca de la prisión y se convirtió en su propio defensor legal.
Con la asistencia de un defensor público se representó a sí mismo cuando recurrió su condena. La División de Apelaciones desechó el caso y lo devolvió al juez de primera instancia. Ahora Cruz le da crédito al entonces magistrado de Brooklyn César Quiñones –fallecido en 2018– por recortar su sentencia a 5 años o el tiempo ya cumplido.
“Le pregunté al juez Quiñones si tenía el valor suficiente para darme una oportunidad. Estás hablando de un delincuente condenado dos veces que ha estado en el sistema de justicia penal desde los 12 años”, reconoció Cruz.
“Al final, el juez Quiñones hizo uso de la gracia. El juez pagó mi deuda con el diablo. Después de eso, le pertenecí a Dios. A partir de ese momento, cambié mi vida”, afirma Cruz.
Después de graduarse de John Jay College y CUNY Law School, Cruz laboró como secretario de jueces, realizó trabajos legales para la oficina del presidente del condado de El Bronx y ahora tiene su propio bufete de abogados.
Pero inicialmente su pasado criminal seguía siendo un obstáculo. Después de aprobar el examen estatal de abogado, Cruz solicitó su licencia en la División de Apelaciones, que determina si un ciudadano tiene el “carácter” para ejercer la abogacía. El tribunal rechazó la primera oferta de Cruz, pero le dio luz verde cuando volvió a presentar la solicitud.h
Recientemente representó al ex convicto y ex concejal Hiram Monserrate, desafiando sin éxito una ley aprobada por el Ayuntamiento que prohíbe a personas condenadas por delitos de corrupción pública postularse para cargos públicos.
Cruz, ahora reside en Throggs Neck. Su esposa, Lumarie Maldonado Cruz, fue elegida para un cargo de juez de Queens en 2019.
El año pasado, Cruz perdió cuando se postuló para un escaño en la Asamblea estatal en Queens. Ahora ha recibido el respaldo del asambleísta José Rivera, ex presidente del Partido Demócrata de El Bronx, y del concejal Fernando Cabrera, candidato a presidente de ese condado.
“Ángel ha cumplido su condena. Él se ha redimido a sí mismo. No tiene nada de qué avergonzarse y mucho de qué estar orgulloso. Estoy orgulloso de su candidatura”, dijo Rivera, quien señaló que Cruz le brindó asistencia legal cuando encabezó el Partido Demócrata de El Bronx. “Ángel será un juez justo. Nadie lo controlará”.
Cruz insiste en que si es electo será un juez imparcial y no un jurista blando y despreocupado a pesar de su pasado. “Sospecho que escucharé casos criminales. La primera obligación es la seguridad pública. El castigo es necesario. Pero debemos medir eso con gracia”, dijo.
Su campaña dijo que está terminand de procesar los trámites para las primarias Demócratas del 22 de junio. Otros candidatos a Juez de la Corte Civil en el Segundo Distrito Municipal de El Bronx incluyen a Jessica Flores; John Rodríguez; Verena Powell, quien ha trabajado en la oficina de justicia penal del alcalde; y Yadhira González Taylor.