La caída pública del exprincipe Andrés Mountbatten-Windsor, tras su vinculación con el caso de Jeffrey Epstein, continúa sumando consecuencias. El medio alemán Bunte reveló que al miembro de la familia real británica le fue retirada la licencia para poseer y utilizar armas de fuego, una decisión adoptada luego de una intervención directa de la Policía Metropolitana de Londres en una de sus residencias asociadas a Windsor.
El expríncipe, considerado una de las figuras más controvertidas de la realeza británica, llevaba tiempo apartado de la vida pública debido a las acusaciones y escándalos que pesan en su contra. No obstante, la situación se agravó en octubre pasado, cuando renunció a sus títulos reales y reiteró su inocencia frente a las denuncias de carácter sexual y económico que se le atribuyen. La retirada de su licencia de armas representa ahora un nuevo golpe a su ya deteriorada posición institucional.
De acuerdo con la publicación, agentes especializados en control de armas acudieron a la Royal Lodge para solicitarle la entrega voluntaria de su documentación y armamento. Desde entonces, el duque de York quedó impedido de portar o utilizar armas por cuenta propia.
En caso de participar en actividades de caza en el futuro, solo podrá hacerlo bajo la supervisión directa de otro titular de licencia, una condición habitual en el Reino Unido cuando se revoca este tipo de permisos.
Las grandes pérdidas del expríncipe Andrés
La Policía Metropolitana confirmó el procedimiento en declaraciones al diario británico Telegraph. “El miércoles 19 de noviembre, oficiales del departamento de licencias de armas de fuego visitaron una dirección en Windsor para solicitar a un hombre de unos sesenta años que entregara voluntariamente sus armas de fuego y licencias de caza”, explicó un portavoz.
La autoridad evitó dar mayores precisiones sobre la identidad del afectado, aunque el contexto y la información posterior despejaron cualquier duda.