Un nuevo escándalo sexual sacude a la familia real británica. En este caso, el implicado es Simon Bowes-Lyon, el decimonoveno conde de Strathmore y Kinghorne.
De 34 años, Bowes-Lyon es el sobrino nieto de la reina Isabel II. Tras la revelación de la acusación contra él, pasó a ser descrito por los medios de comunicación británicos como “el primo depredador”.
En concreto, el miembro de la familia real fue identificado como el autor de un violento ataque sexual en su mansión del castillo de Glamis, en Escocia. Bowes-Lyon admitió ante un tribunal de Dundee haber entrado de madrugada y por la fuerza en la habitación donde dormía la víctima, una mujer de 26 años, para atacarla.
Según trascendió, un fuertemente alcoholizado Bowes-Lyon la tomo de los pechos, tiró de su camisón y la empujó contra la pared. También la insultó al notar que la mujer se resistía. La víctima finalmente logró sacarlo de la habitación luego de un forcejeo que duró casi media hora.
Bowes-Lyon fue elegido uno de los solteros más cotizados del país por la revista británica ‘Tatler’ en 2019.
Al ser detenido por las autoridades, el hombre aseguró ser un granjero. No obstante, luego admitió haber cometido el delito en febrero pasado. De ser efectivamente encontrado culpable, podría llegar hasta los cinco años de prisión.
Tras la comparecencia de Bowes-Lyon, el juez que lleva su caso ordenó su libertad bajo fianza mientras continúa el proceso. No obstante, ya se encuentra incluído en el reregistro de delincuentes sexuales del Reino Unido.
El miembro de la familia real ha emitido un comunicado disculpándose por sus acciones y asegurando que está “profundamente avergonzado”. Además, dijo que “el alcohol no es excusa” para justificar su descontrolado comportamiento.
Conocido en Inglaterra por su afición a los autos deportivos de lujo y breves romances con estrellas de televisión, Bowes-Lyon fue elegido uno de los solteros más cotizados del país por la revista británica ‘Tatler’ en 2019. Entre sus amigos famosos, se destacan, Hugo Taylor y Oliver Proudlock, y la modelo y socialité Poppy Delevingne.
Su familia es propietaria del castillo de Glamis en Escocia, que data de siglo XV donde vivió la Reina Madre y heredó una parte de la herencia de 40 millones de libras de su padre.
Esta no es la primera vez que Bowes-Lyon tiene problemas con las autoridades (sí por acusaciones de delitos sexuales). En junio de 2020, la policía de Durham se puso en contacto con el conde en medio de acusaciones de que había ignorado las medidas sanitarias contra el Covid-19 para realizar un viaje por el Reino Unido.
En 2010, en tanto, se le prohibió circular durante nueve meses después de que se le registrara conduciendo su motocicleta a 100 millas por hora en un tramo de 60.