Ocho hombres originarios de Tayikistán con presuntos vínculos con el grupo terrorista ISIS-K fueron arrestados en Estados Unidos en los últimos días en las ciudades de Nueva York, Filadelfia y Los Ángeles.
Según informaron NBC News, The New York Post y CBS News, los detenidos estaban en el radar de la Fuerza de Tarea Conjunta contra el Terrorismo del FBI y fueron arrestados por personal del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EEUU (ICE, por sus siglas en inglés).
Los hombres ingresaron a territorio estadounidense a través de la frontera sur y, en el momento de su ingreso, sus antecedentes penales no presentaban irregularidades, según confirmaron funcionarios a NBC. Al menos dos de ellos cruzaron la frontera en la primavera boreal de 2023, y uno de ellos utilizó la aplicación CBP One, creada por la administración Biden para que los migrantes agenden citas para solicitar asilo.
La Fuerza de Tarea Conjunta contra el Terrorismo del FBI había identificado una posible amenaza terrorista originada en Asia Central y comenzó a monitorear a estos individuos como parte de dicha investigación, según tres fuentes.
Terroristas de ISIS-K en Afganistán
Parte de la investigación también incluyó una intervención telefónica que reveló que una de las personas ahora detenidas estaba hablando de bombas. “¿Recuerdan el (atentado9 del maratón de Boston? Tengo miedo de que algo así pueda volver a ocurrir o algo peor”, dijo una de las fuentes a The New York Post.
El Departamento de Seguridad Nacional y el FBI señalaron en un comunicado conjunto que “las personas detenidas están bajo custodia del ICE en espera de los procedimientos de expulsión” y aseguraron que seguirán trabajando “día y noche para identificar, investigar y desbaratar posibles amenazas”.
Estas detenciones se producen tras una serie de advertencias del director del FBI, Chris Wray, sobre posibles complots terroristas del ISIS en suelo estadounidense. “Nuestra preocupación más inmediata ha sido que individuos o pequeños grupos se inspiren torcidamente en los sucesos de Medio Oriente para llevar a cabo atentados aquí en casa”, declaró ante un subcomité de Asignaciones de la Cámara de Representantes. “Pero ahora, cada vez más preocupante es el potencial de un ataque coordinado aquí en la patria, similar al ataque de ISIS-K que vimos en la sala de conciertos de Rusia”.
El ataque a la sala de conciertos Crocus City Hall en las afueras de Moscú el 22 de marzo de 2024 dejó al menos 144 muertos y 550 heridos
ISIS-K son las siglas de Estado Islámico de Khorasán, en referencia a una región que incluye partes de Irán, Turkmenistán y Afganistán. Es una rama extrema del grupo terrorista Estado Islámico, fundado en 2014, y varios gobiernos occidentales han advertido sobre la posibilidad que lancen ataques en Europa y EEUU. En marzo de 2024 se adjudicó la autoría del atentado en la sala de conciertos Crocus City Hall, en las afueras de Moscú, donde murieron más de 140 personas.
Según el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), si bien comparten una ideología y tácticas, la profundidad de la relación del ISIS-K con el Estado Islámico y su mando mando original nunca se ha establecido por completo. Pero sí se sabe que su objetivo es el establecimiento de un califato islámico en Asia Central y Meridional.
Tras la toma de poder de los talibanes en Afganistán, durante la retirada militar estadounidense del país, ISIS-K elevó su perfil internacional. Desde entonces, los talibanes han librado batallas campales contra el ISIS-K en Afganistán.
Antes de Moscú, el ataque más sanguinario que se le conocía a ISIS-K fue el atentado con bomba en el que murieron 84 personas en Kerman (Irán) el 3 de enero de 2024durante una procesión en memoria de Qassem Soleimani, comandante de la Guardia Revolucionaria iraní abatido por EEU.