Alabama, Idaho, Indiana, Nebraska, New Hampshire, Dakota del Norte, Virginia Occidental y Wyoming suspenderán este sábado 19 de junio los beneficios adicionales por desempleo otorgados por el gobierno federal.
Con esta medida los gobernadores republicanos de los estados buscan que los estadounidenses desempleados se contraten con las empresas que están luchando por contratar trabajadores, publicó Fox Business.
La suspensión anticipada afectará a más de 440,000 estadounidenses desempleados que dejarán de recibir los beneficios de desempleo de $300 dólares este fin de semana, que estaban programados para entregarse hasta el 6 de septiembre originalmente.
Alaska, Iowa, Mississippi y Missouri, cuatro estados que dijeron que adoptarían la misma medida, ya suspendieron oficialmente la asistencia la semana pasada, mientras que otros 14 lo harán a finales de este verano.
Los que están contrarios a esta posición aseguran que la falta de cuidado infantil y el miedo a contagiarse de coronavirus, son las razones de la baja contratación.
Aseguran que suspender la ayuda oficial antes del 6 de septiembre perjudicará a los estadounidenses desempleados y los dejará sin ingresos mientras se contratan nuevamente.
Para Andrew Stettner, miembro senior de Century Foundation, “La realidad es que la fortaleza del mercado laboral, no el tamaño de los beneficios por desempleo, determinará qué tan rápido los estadounidenses pueden regresar a donde quieren estar: un trabajo”.
Conforme la economía se reabre y las actividades regresan a la normalidad, las empresas se han quejado de la falta de trabajadores disponibles.
Pero el Departamento de Trabajo reportó en abril y mayo un crecimiento laboral anémico, muy por debajo de las expectativas de los economistas.
Un estudio de Indeed dio a conocer que la búsqueda de empleo después de los anuncios de suspensión de beneficios, solo aumentó un 5% el día en que cada estado anunció los recortes.
Pero el aumento fue muy breve porque una semana después los registros de búsqueda de empleo regresaron a los niveles de abril.
El beneficio de desempleo estatal promedio es de aproximadamente $330 por semana, más el suplemento federal de $300, suma para los desempleados alrededor de $630 semanales. Eso significa $32,000 al año, o aproximadamente el doble del salario mínimo del país.
Según Century Foundation, 14.8 millones de estadounidenses dependen de alguna forma de prestaciones por desempleo como su principal fuente de ingresos.
