
Santo Domingo.- Marlen Paulino entre lágrima revive con gran dolor la muerte de su hijo. Narra lo sucedido días antes del hallazgo del cuerpo sin vida de su primogénito Wilmer Rafael Paulino de (14 años) El domingo 16 de febrero del año en curso, mientras el jovencito desayunaba en casa, lo visitaron como de costumbre dos amiguitos.
“Ese día se levantó a las a las doce y media, fue al colmado, en eso de las doce y cuarenta llegaron dos amiguitos, uno de ellos siempre lo visitaba y el otro nunca lo había visto” dijo Marlen Paulino.
Luego de una hora, Wilmer le manifiesta a su madre que iría a la cancha con sus amigos, Marlen, sostiene que luego de un rato y ver que su hijo no llegó a la casa, le pregunto al vecino y a lo que le respondió:
“Wilmer se fue con otro niño”.
“Cuando yo veo que el niño llega sin Wilmer en eso de las dos de la tarde, yo le pregunto por Wilmer y me dice se fue con unos amiguitos, yo le preguntó ¿qué amiguitos? ¿lo conoces? – me dice: “ no los conozco” agregó.
Explica Paulino, que comenzó a preocuparse y salió a buscarlo, sin embargo, no dio con el paradero de Wilmer. Luego de tres intensos días de brusquedad, le notificaron a la familia que habían encontrado una osamenta el arroyo Lebrón y que todo indicaba que podría ser el adolescente.
“Me dijeron que encontraron un cuerpo, pero no que estaba en esas condiciones, yo no pude verlo, quien lo identificó fue mi hermano ” indicó Paulino.

“Hay algo raro porque los niños me mintieron, porque no me dijeron la verdad, si se cayó decirme: doña el niño se cayó búsquelo, nos fuimos al río; me metieron ” comentó.
Wilmer Rafael Paulino, fue un niño muy amado, pues su madre desea convertirse en madre, fue descrito por ella, como un jovencito cariñoso y obediente. Aunque él (Wilmer) tenía dificultad de aprendizaje no fue impedimento para que todo el que lo conociera lo quisiera “Creo que por eso duro tan poco”.
Su progenitora, cuenta que el sueño de su vástago era ser cadete, asegura que de haber sabido que iría a un río no lo hubiese dejador ir “Mi hijo iba al río conmigo y se quedaba en la orilla, porque le tenía miedo al río ” confesó Marlen.
Con más preguntas que respuestas se queda Marlen Paulino; la pérdida de un hijo es uno de los acontecimientos más dolorosos que una madre y a un padre les puede suceder, no hay consuelo, no hay palabras que puedan ayudar a paliar el dolor que sienten. Nada podrá reponer el dolor de esta familia, aunque ella (Marlen) espera el informe del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF) solicita a las autoridades justicia y que todo sea aclarado, para de esta manera, poder conocer la verdad sobre la muerte de Wilmer Rafael Paulino.