El representante permanente de Cuba ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Pedro Luis Pedroso Cuesta, denunció recientemente en el seno del Consejo de Derechos Humanos de la institución supranacional lo que considera «medidas coercitivas unilaterales y acciones de desestabilización e injerencia» en su nación, que estarían «dirigidas, estimuladas y financiadas desde EE.UU.», según el propio diplomático cubano.
Pedroso Cuesta señaló que las relaciones entre el Gobierno norteamericano y su pueblo se resumen en «décadas de terrorismo» ejercido contra Cuba por parte de las autoridades estadounidenses, y reclamó el cese inmediato de las medidas que bloquean el desarrollo económico de la isla.
Su discurso tiene lugar en medio de la polémica generada por una carta, firmada por 790 personas y remitida el mes pasado a la Casa Blanca, que exige el fin del bloqueo a la isla y el cese de toda injerencia externa en su territorio. La controversia consiste en que entre los firmantes de la misiva se encuentra Alberto Navarro, embajador de la Unión Europea (UE) en Cuba. «Presidente Biden, comience a desmantelar el sistema de sanciones que continúa afectando al pueblo cubano», escriben los autores del texto.
Indignación en Bruselas
La presencia de un representante de la UE entre los firmantes del documento ha generado un considerable revuelo en Bruselas, y ha abierto un cisma interno en la diplomacia de la UE, cuyo máximo responsable, Josep Borrell, ha resuelto llamar a consultas a Navarro.
En el texto de la carta se pide explícitamente la eliminación de las sanciones impuestas a Cuba desde la Administración Trump, y propone además un acercamiento entre Washington y La Habana.
«EE.UU. no tiene que ser nuestro aliado ideológico, pero puede dejar de ser un vecino hostil«, aseguran los autores de la misiva, que consideran, en referencia al bloqueo de la isla, que «convertir a toda una nación en rehén para lograr un cambio de régimen no es un acto moral«.
«Lo que requerimos del Gobierno de EE.UU. y sus líderes es que no interfieran en nuestros asuntos internos», aclaran los firmantes del documento.
El apoyo de Navarro a estas pretensiones ha generado fuertes reacciones entre algunos eurodiputados, muchos de los cuales –pertenecientes en su gran mayoría a formaciones liberales, conservadoras o ultraderechistas– han exigido a Borrell la inmediata destitución del embajador.
¿Una UE alineada con las políticas de Trump?
Entre las voces que han clamado a favor de adoptar esta contundente medida contra Navarro está la de la vicepresidenta del Parlamento Europeo, Dita Charanzová, que puso de manifiesto que «hay muchos problemas con el enfoque actual de la Unión Europea hacia Cuba«.
«Uno de ellos es el embajador en La Habana», agregó, exigiendo «junto con muchos otros diputados al Parlamento Europeo» que se proceda a «su reemplazo inmediato»
Según el periodista internacional José Manzaneda, lo ocurrido demuestra que la UE estaría en realidad «alineada con las posiciones que han mantenido el Partido Republicano de Estados Unidos y Donald Trump», del que recuerda que «ha impuesto, en los últimos tres o cuatro años 242 nuevas sanciones para asfixiar absolutamente a la economía de la isla».
Alberto Navarro se encuentra actualmente en Europa, para su reunión con Borrell, si bien aún no han trascendido detalles de este encuentro ni declaraciones de ninguna de las partes, por lo que aún se desconoce si este incidente podrá afectar, y en qué medida, a las relaciones entre Bruselas y La Habana.