Un equipo de médicos de un centro de cirugía cardíaca en Blagovéshchensk, capital de la región de Amur —en el Lejano Oriente de Rusia—, continuaron con la operación a corazón abierto de un hombre a pesar de un fuerte incendio que se declaró en el edificio, el cual solo desalojaron junto con el paciente solo tras completar con éxito la intervención.
Unas 120 personas, incluidos 67 pacientes, fueron evacuadas de la clínica en llamas mientras los bomberos luchaban para extinguir las llamas. Sin embargo, en medio de los esfuerzos por contener el fuego, el Ministerio de Situaciones de Emergencia regional informó que un paciente y ocho miembros del equipo médico aún se encontraban en el edificio realizando una operación. Solo al completar la cirugía de forma exitosa y cuando el paciente ya estaba fuera de peligro, los profesionales sanitarios abandonaron el lugar junto con el enfermo.
Fuentes del centro precisaron a medios locales que el paciente se encuentra estable y se está recuperando en la unidad de cuidados intensivos posoperatorios de un hospital regional.
«No hay otra opción, tienes que salvar al paciente»
Víktor Nikitin, jefe del departamento de anestesiología y reanimación, explicó más tarde que «abandonar a un paciente es imposible para un médico».
«Debemos estar con el paciente y cuando ya hayamos asegurado su seguridad, velar por la nuestra», enfatiza el médico, quien contó que para evitar que entrara el humo, cerraron las puertas de la sala y colocaron sábanas húmedas por debajo de estas.
En la misma línea, Valentín Filátov, cirujano cardiovascular y jefe de la unidad quirúrgica, enfatizó que cuando una operación está en curso, «no la puedes detener», añadiendo que en este tipo de situaciones «no hay otra opción, tienes que salvar al paciente».
El incendio, que se originó en el techo y se debió presuntamente a un cableado defectuoso, cubrió un área de 1.600 metros cuadrados y ya se encuentra extinguido, informó el Ministerio de Emergencias ruso.
Entretanto, el gobernador de la región de Amur, Vasili Orlov, decretó condecorar a los trabajadores médicos que desafiaron al fuego para completar la cirugía.