Siete demonios de Tasmania (Sarcophilus harrisii) han nacido en el Parque Nacional Barrington, al norte de Sídney, tras 3.000 años de su desaparición en Australia continental, informó este martes el portal Phys.org, citando grupos conservacionistas. La noticia llega después de que un total de 26 de estos marsupiales adultos fueran introducidos en el área protegida en octubre pasado, para marcar así el tan esperado regreso al suelo australiano.
«Los habíamos observado desde lejos hasta que llegó el momento de intervenir y confirmar el nacimiento de nuestras primeras crías salvajes. ¡Y qué momento fue!», comentó el nacimiento Tim Faulkner, presidente de la organización de conservación de animales Aussie Ark.
Los especialistas inspeccionaron las bolsas de las hembras y hallaron a las crías con una «salud perfecta». Asimismo, se prevén chequeos médicos adicionales en las próximas semanas.
Primeros pasos para recuperar la población
Entretanto, la aparición de los primeros cachorros puede allanar el camino para la recuperación de la población de estos depredadores. Actualmente, se estima que hay menos de 25.000 demonios de Tasmania en la naturaleza, mientras que la cifra alcanzaba 150.000 ejemplares antes de que esta especie fuera golpeada por una grave forma de cáncer contagioso en la década de 1990.
En adelante, Aussie Ark planea introducir más especímenes de estos mamíferos carnívoros en el recinto junto con otros marsupiales tales como dasyurus o cuoles, peramélidos y ualabíes rupestres.
Los científicos creen que estos animales desaparecieron de Australia continental hace casi 3.000 años. Una de las hipótesis que se baraja sobre esa extinción es que fueron aniquilados por manadas de dingos, conocidos como perros salvajes australianos.
Los demonios de Tasmania se caracterizan por su valentía y fuertes mandíbulas, pueden pesar hasta ocho kilos y suelen cazar o se alimentan de animales muertos.