Nikita Silnov, un hombre de 33 años de la localidad de Tver (Rusia) ha pasado a engrosar la lista de personas buscadas por las autoridades rusas después de matar a la hija de 13 años de su pareja. Silnov, además, ya había pasado 11 años de prisión por asesinato y violación.
Al parecer, el presunto asesino había salido de la cárcel en 2019 después de haber cumplido once de los quince años de su sentencia original. Fue entonces cuando conoció a Ekaterina Sholokhova, que según el medio británico Daily Mail, creía que Silnov «había cambiado» o que podría «domarlo».
Recientemente Sholokova, una vigilante de seguridad en una prisión, tuvo que ser ingresada en un hospital, por lo que dejó a su hija de 13 años, Viktoria, con Silnov.
Al parecer, en la última llamada entre Ekaterina y Viktoria la niña le dijo a su madre que salía a pasear a su perro, y no volvió a contestar al teléfono.
Al comprobar que Silnov tampoco respondía, llamó a emergencias y pidió que acudiesen a su domicilio.
Cuando los agentes finalmente entraron en el piso, encontraron el cuerpo de Viktoria, que había sido estrangulada con una bufanda. Se investiga, además, si también fue vio-la-da.
Por otra parte, lo último que se sabe de Silnov es que cogió un taxi para dirigirse a un pueblo cercano antes de que se le perdiese definitivamente la vista.
La policía ha puesto una orden de búsqueda sobre Silnov, acusado de asesinato.