La industria militar rusa pierde a uno de sus pilares más influyentes con el fallecimiento, a los 87 años, del ingeniero Valerián Sóbolev, que lideró el desarrollo de las rampas móviles utilizadas por los misiles Iskander y Tópol, informó el canal Zvezdá, perteneciente al Ministerio de Defensa.
Desde su labor al frente de la oficina de diseño Titán, el especialista se convirtió en una figura decisiva en la modernización del arsenal ruso. Bajo su mando se desarrollaron las plataformas de lanzamiento y equipos terrestres que hoy sostienen algunos de los sistemas balísticos más relevantes del país, tanto tácticos como intercontinentales.
Su trayectoria científica también dejó una marca profunda: fue autor de más de cien trabajos de investigación y acumuló más de un centenar de patentes, contribuyendo de manera determinante a la ingeniería militar soviética y rusa. Su excelencia profesional le valió reconocimientos de alto prestigio, como el Premio Estatal de la Unión Soviética (1973) y el Premio Lenin (1977).
Los actos fúnebres se celebrarán este sábado en Volgogrado, ciudad donde inició su vida y donde ahora será despedido como una de las mentes más influyentes en la tecnología de defensa de su país.