
La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) “sembró” este lunes miles de amapolas de papel frente a la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores en Madrid, como símbolo de las más de 66.000 personas fallecidas durante la ofensiva militar israelí contra la población palestina en Gaza, que cumple ahora dos años.
La intervención artística, realizada con flores de papel de semillas cultivables, formó una gran alfombra roja frente al edificio oficial, coronada por un cartel con el mensaje “Stop Genocidio. Palestina Libre”. Las amapolas, flor nacional de Palestina, representaron tanto la memoria de las víctimas como un llamado a la esperanza y la reconstrucción.
Durante el acto, CEAR entregó en el registro del ministerio más de 230.000 firmas recogidas en los últimos meses como muestra de solidaridad del pueblo español ante lo que la organización considera un genocidio contra el pueblo palestino.
Un homenaje para despertar conciencias
La vocal de la asociación Hispano-Palestina, Sara Tubasi, explicó a EFE que las amapolas simbolizan “la sangre de los mártires asesinados en Gaza”, pero también representan la represión que, según dijo, “se extiende a toda Palestina”.
Tubasi pidió un alto el fuego inmediato y exhortó a que la atención internacional no desaparezca cuando cesen los ataques.
“No basta con que dejen de caer las bombas; esto debe servir para despertar conciencias y entender que un régimen así no puede tener cabida en el siglo XXI”, subrayó.
CEAR pide medidas concretas y apoyo a los refugiados
Por su parte, el codirector de CEAR, Mauricio Valiente, instó a España y a la Unión Europea a asumir un papel más activo en la crisis, proponiendo sanciones contra Israel, la suspensión del acuerdo de asociación y el impulso de acciones legales ante la Corte Internacional de Justicia.
Valiente también advirtió de un aumento leve en las solicitudes de protección internacional por parte de palestinos en los últimos dos años, aunque subrayó que el flujo es limitado porque “no existen vías seguras para desplazarse”. Asimismo, alertó del deterioro en la salud mental de muchos refugiados palestinos residentes en España, lo que ha llevado a CEAR a reforzar su atención psicológica y social.
El representante de la ONG añadió que la restricción de movimientos en los territorios ocupados y en países vecinos ha paralizado muchas reagrupaciones familiares, e hizo un llamado al Gobierno español para que adopte una política más proactiva que garantice este derecho.
En palabras de los organizadores, la alfombra de amapolas frente al Ministerio no solo fue un acto de homenaje, sino también una siembra simbólica de conciencia y justicia, destinada a mantener viva la memoria de las víctimas y el reclamo de una paz justa y duradera en Palestina.