Hasta las ballenas serán parte de la reapertura turística post pandémica de Nueva York: desde el 8 de mayo habrá paseos en barco para verlas, zarpando desde Midtown East y el Bajo Manhattan.
En la última década, los científicos han notado un resurgimiento de la actividad y presencia de mamíferos marinos alrededor de la ciudad de Nueva York, con reportes de ballenas jorobadas, delfines e incluso focas.
Así, la empresa de barcos Seastreak decidió lanzar este año cruceros de observación de ballenas en sus transbordadores de alta velocidad, partiendo directamente desde Manhattan, aprovechando una “primera temporada exitosa” que completaron desde Nueva Jersey y que aún se mantiene.
La excursión de tres horas partirá de los muelles públicos de NYC Ferry en East 35th Street (Midtown) y luego de 15 minutos de navegación en el East River el público es transferido al barco turístico en el Battery Maritime Building del Bajo Manhattan.
Desde allí, la ruta anunciada del recorrido “suave y amortiguado” incluye vistas de la Estatua de la Libertad, Ellis Island, Governors Island, Staten Island y Fort Hamilton. El catamarán luego pasa bajo el puente Verrazzano-Narrows entre Brooklyn y Staten Island, y se enrumba al Océano Atlántico, con la mira puesta en la punta de Sandy Hook (NJ), en el parque natural Gateway National Recreation Area.
Abby VanHemmen, gerente del programa de observación de ballenas de Seastreak, dijo que está “segura” de que los pasajeros verán la vida silvestre de los mamíferos más grandes del mundo.
“La temporada pasada, vimos ballenas jorobadas en el 96% de nuestros viajes, pero la diversidad de la vida marina que encontramos fue lo que realmente me sorprendió”, comentó VanHemmen a Fox News. “Vimos tortugas marinas, peces luna, aves pelágicas, delfines, tiburones y grupos masivos de rayas cownose migratorias”.
“La abundancia de vida en estas aguas es realmente un testimonio de los años de esfuerzo de los grupos ambientalistas para restaurar el ecosistema”, alabó VanHemmen. “Hace unos años, los viajes de observación de ballenas en esta área no hubieran sido posibles”.
Ciertamente “la marea está comenzando a cambiar”, como dice el portal del paseo. “La caza comercial de ballenas a lo largo de la costa este de EE.UU. en el siglo XIX y principios del XX tuvo impactos drásticos en las poblaciones. La contaminación y la pesca no reglamentada tampoco ayudaron”.
“La población se agotó rápidamente y eliminó la capacidad del ecosistema para sustentar grandes mamíferos. Durante muchos años, las ballenas fueron algo poco común en el puerto de Nueva York y sus alrededores. Cuando en la década de 1970 se aprobaron importantes leyes ambientales (…) poco después siguió una prohibición internacional de la caza comercial de ballenas. En 2012, finalmente se aprobaron las restricciones a la captura de lacha (menhaden, un pequeño pez cebo y la principal presa de las ballenas jorobadas). Hoy en día, estas restricciones continúan siendo revisadas para adaptarse mejor a las necesidades del ecosistema y las personas que dependen de él. De repente, las poblaciones de ballenas tienen su primera oportunidad real de recuperación. Los esfuerzos continuos e incansables de los grupos ambientalistas están comenzando a dar resultados. ¡El agua se está volviendo más saludable, la cadena alimentaria se está restaurando y las ballenas están regresando!”.
Esta temporada inaugural está prevista del 8 de mayo al 28 de noviembre de 2021. “Estamos comenzando con tres viajes a la semana: jueves, sábado y domingo saliendo a las 10 a.m. A medida que avance (el verano) añadiremos más viajes. En junio organizaremos uno diario los martes, miércoles, jueves, sábados y domingos, todos saliendo a las 10 a.m.”, comentó VanHemmen a El Diario NY.
El paseo cuesta $55 dólares para adultos y $30 niños menores de 12 años. También ofrecen descuentos para grupos a partir de 25 personas. Más información para viajes desde NY y NJ aquí.
Seastreak es un miembro de Whale SENSE, un programa voluntario de educación y reconocimiento que se ofrece a las empresas comerciales de observación “responsable” de ballenas en las regiones del Atlántico de EE.UU. y Alaska.
