24 de enero de 2025

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Mariano Rivera y esposa enfrentan demanda por presunto encubrimiento de abuso sexual infantil

El exjugador de los New York Yankees, Mariano Rivera, y su esposa, Clara Rivera, han sido demandados en la Corte Suprema de Nueva York bajo acusaciones de encubrir el abuso sexual de una menor en un campamento cristiano en Florida y en su residencia en Nueva York. La denuncia, presentada el 16 de enero de 2024, señala que la pareja ignoró y ocultó los abusos ocurridos entre 2018 y 2021, priorizando la protección de la reputación de su iglesia, Refuge of Hope.

Según la demanda, la primera agresión tuvo lugar en 2018 durante un programa de verano en el Ignite Life Center, un centro cristiano en Gainesville, Florida, afiliado a la iglesia fundada por los Rivera. En los documentos legales, se menciona que la agresora, identificada como MG, era menor de edad en ese momento.

La víctima habría informado a su madre sobre el incidente, quien, a su vez, comunicó la situación a Clara Rivera. Sin embargo, según la denuncia, no se tomaron medidas concretas para investigar o proteger a la menor, y en su lugar, los Rivera presuntamente ejercieron presión para que no se hablara del caso.

El caso también involucra un segundo abuso ocurrido durante una reunión social en la residencia de los Rivera en Nueva York, el mismo verano de 2018. La denuncia sostiene que la pareja conocía los riesgos que representaba MG y no implementó precauciones para evitar nuevas agresiones.

Otro incidente reportado en la demanda tuvo lugar en agosto de 2021, cuando la víctima habría sido abusada por Ruben Tavarez Jr., hijo de un pastor asociado a Refuge of Hope. Los abogados de la víctima argumentan que la iglesia, dirigida por Mariano y Clara Rivera, promovió un ambiente engañosamente seguro para menores mientras ignoraba múltiples denuncias de abuso.

Refuge of Hope, fundada por los Rivera en 2009, es descrita en la demanda como un espacio que buscaba proyectar valores cristianos y seguridad para las familias. No obstante, los documentos judiciales acusan a la iglesia y a sus líderes de haber permitido un entorno negligente, priorizando la imagen institucional sobre el bienestar de los menores.

Los Rivera, quienes figuras conocidas tanto en el ámbito deportivo como en la comunidad cristiana, aún no han emitido una declaración pública sobre las acusaciones.