EEUU – El presidente venezolano planteó condiciones inusuales durante una llamada privada con Donald Trump, donde buscó garantías económicas, protección para aliados y un destino seguro fuera de Rusia y China.
Durante una conversación reservada con Donald Trump, Nicolás Maduro expuso lo que consideró términos mínimos para abandonar el poder.
Según fuentes conocedoras del intercambio, planteó conservar unos 200 millones de dólares de su patrimonio personal y exigió garantías para instalarse en un país dispuesto a recibirlo sin riesgos judiciales.
Maduro descartó opciones como Rusia o China, pese a su cercanía política, y mostró preferencia por permanecer en el hemisferio occidental.
Cuba surgió como la alternativa más coherente con ese deseo. Sin embargo, con el avance de la negociación apareció Qatar como punto medio, aunque sin consenso definitivo.
El mandatario reclamó además que decenas de funcionarios de su círculo cercano recibieran amnistía total. Argumentó que no podía abandonar a colaboradores expuestos a procesos judiciales dentro y fuera de Venezuela.
Trump rechazó esa solicitud, al considerarla incompatible con los esfuerzos para desarticular el llamado Cartel de los Soles, una red que Washington vincula a figuras de alto nivel del régimen.
La conversación se produjo mientras Estados Unidos incrementaba la presión militar en el Caribe.
Informes de inteligencia señalaban un entorno cada vez más inestable alrededor de Maduro, con cambios constantes de ubicación para dormir y una dependencia mayor de su anillo de seguridad cubano.
En Washington persistió el debate sobre si era viable presentar un acuerdo de salida que dejara intactas partes del aparato chavista como un triunfo político para Trump, justo cuando las opciones del líder venezolano se estrechaban con rapidez.
