Macy’s en Herald Square (NYC), el almacén por departamentos más grande del mundo, no quiere repetir la triste historia de saqueos de junio y ya comenzó a bloquear sus vitrinas en víspera de posibles disturbios en las controvertidas elecciones de 2020.
A lo largo del país, otros negocios también han tomado previsiones similares en los últimos días. La medida coincide con el anuncio interno de NYPD de “prepararse para lo peor” ante posibles disturbios desde finales de octubre y que incluso podrían prolongarse hasta 2021, mientras ese cuerpo policial, el más grande del país, enfrenta un déficit de 1,800 agentes tras recorte de fondos y renuncias.
Esta semana ya hubo de nuevo disturbios y rotura de vitrinas en Brooklyn, condenando la muerte del joven afroamericano Walter Wallace (27), quien se enfrentó armado a la policía en Filadelfia.
Macy’s tiene razones para temer. El pasado 1 de junio, vándalos entraron forzadamente a su tienda en West 34th St. alrededor de las 9:20 p.m., antes de que la policía comenzara a imponer el toque de queda a las 11 p.m.
Los saqueos de esa semana en NYC estuvieron relacionados con protestas contra la policía por la muerte de George Floyd en Minnesota y tensiones sociales por el desempleo y el encierro prolongado de la pandemia.
Según reportes, la mayoría de los detenidos durante esas manifestaciones violentas salieron en libertad sin fianza, incluyendo la hija del alcalde Bill de Blasio, para frustración de los negociantes afectados, la policía y los fiscales.
Luego hubo una toma prolongada de los alrededores de la alcaldía, criticando a NYPD. Todas esas acciones violentas generaron recortes de fondos y reformas legales al protocolo policial, y pérdidas millonarias que arreciaron la crisis fiscal por la pandemia. Además, muchos habitantes huyeron de la ciudad y se dispararon los costos de asegurar en Nueva York.
La tensión entre civiles y NYPD se repitió en agosto, cuando el también afroamericano Jacob Blake fue baleado en Wisconsin, mientras NYC vivía un auge en la violencia armada que aún se mantiene.
En septiembre, los neoyorquinos del movimiento BLM (Black Lives Matter) protestaron por el veredicto que eximió a policías en la muerte de Breonna Taylor en Kentucky.
Y a principios de octubre, comunidades judías ortodoxas se enfrentaron a NYPD en calles de Brooklyn, protestando las nuevas directrices para frenar el coronavirus, muchos sin mascarilla y portando pancartas a favor de la reelección del mandatario Donald Trump.
Anxiety has been mounting for months that the U.S. election’s outcome could lead to civil unrest, no matter who wins. Many companies are so concerned about possible mayhem, they’re preparing for the worst.https://t.co/2hetWT5UYZ
— The New York Times (@nytimes) October 30, 2020