Santo Domingo, RD
“Si no tiene mascarilla, no entra” dice el seguridad de una de las tiendas en la Avenida Duarte.
Sin embargo, mientras los compradores se escabullen entre los pasillos se descubren primero la nariz y a medida que recorren los pasillos la mascarilla sigue bajando hasta dejar ver por completo la boca.
En el marco del ya tradicional Black Friday o Viernes Negro el uso inadecuado de las mascarillas se ha convertido en el “principal tormento” del personal de las distintas tiendas que intentan hacer cumplir los protocolos sanitarios.
Mientras se paseaban por los establecimientos algunos se quejaban de los precios, contrario a otros que aseguraban los productos si tenían descuentos.
Joel Figueroa, quien se apresuraba entre la mercancía para obtener un televisor plasma, manifestó que los precios están “bien y asequibles”.
Luego de dar su opinión Figueroa continuó su recorrido tocando y moviendo productos de las góndolas a pesar de que a través de los altavoces de la tienda se solicitaba a los compradores “solo tocar lo que iban a tomar” como una medida de protección ante el contagio del Covid-19. Así como Figueroa, otro que asistió a las tiendas en busca de un televisor fue Richard Santos. “No hay mucha diferencia (refiriéndose a los descuentos)” fue su valoración.
La filas
Arrimadas en una esquina, aguardaban Liselott y Leidy Carbajal en espera de que su madre realizara los trámites para llevarse a casa un nuevo televisor.
La mayor parte de las tiendas de la principal arteria comercial de la capital tenían filas en el frente de sus puertas y antes de dejar pasar a quienes aguardaban en ellas el personal de seguridad le tomaba la temperatura y en algunas también le roseaban alcohol.
A medida que avanzaban las horas, la gente continuaba llegando con el propósito de aprovechar los característicos descuentos de la fecha, lo que también se reflejó en el tránsito.
“¿¡Qué ofertas!? Yo veo que las ofertas no son ninguna oferta”, exclamó Neisy Javier al tiempo que se quejaba por no encontrar un procesador de alimentos.
Por debajo de año anterior
Las ventanas del Viernes Negro o Black Friday van “por debajo del año anterior”. Así lo manifestó Manolito Fernández, gerente general de la Gran Vía y expresidente de la Asociación de Comerciantes de la Duarte.
Fernández explicó que las bajas en la dinámica de ventas propias de la fecha se esperaban debido a los efectos generados por la incidencia del Covid-19 en el país.
Encartes publicitarios muestran los acostumbrados descuentos de esta celebración que es una tradición de la cultura estadounidense. Las tiendas locales se prepararon para ofertar sus mercancías con grandes descuentos aprovechando de esa forma contribuir a dinamizar la deprimida actividad comercial, afectada por la baja demanda de bienes por el impacto de la crisis sanitaria que se ha traducido en una caída sin precedentes del producto interno bruto mundial, regional y de los países.
SEPA MÁS
Los orígenes del Viernes Negrose
Fecha
La celebración se lleva a cabo el viernes siguiente al cuarto jueves de noviembre, en el que cada año la cultura estadounidense celebra el Día de Acción de Gracias.
En Filadelfia
Los comerciantes aprovecharon los visitantes y rebajaron las mercancías de precio para salir de las cuentas negativas.