Los Ángeles, EE.UU.- Los Phoenix Suns tomaron ventaja este domingo en su serie ante Los Angeles Lakers (99-90) gracias a un Devin Booker magistral y una exhibición colectiva de energía, esfuerzo y derroche físico que ahogó a los actuales campeones de la NBA.
Booker, que hasta hoy no había jugado ni un partido de playoff, firmó un debut memorable en las eliminatorias con 34 puntos (13 de 26 en tiros), 7 rebotes y 8 asistencias.
El joven escolta atormentó una y otra vez a los Lakers, salió de todas las trampas y ayudas en defensa que le tendieron los visitantes, y fue un agitador incansable de la ofensiva de los Suns.
A su lado también sobresalió el pívot Deandre Ayton, que con 21 puntos y 16 rebotes (8 ofensivos) salió triunfal de su temible enfrentamiento en la pintura ante Anthony Davis y Andre Drummond.
Por parte de unos Lakers con poco brillo destacó LeBron James con 18 puntos (6 de 13 en tiros), 7 rebotes y 10 asistencias.
Los angelinos parecieron contar con una marcha menos que sus rivales y presentaron un penoso acierto desde el triple (27 % con 7 de 26 en tiros).
Marc Gasol no jugó ningún minuto para los Lakers.
Los Suns, que no disputaban los playoff de la NBA desde 2010, quedaron segundos en la Conferencia Oeste (51-21) y eso les llevó a medirse a los Lakers, que defienden el anillo obtenido en la «burbuja» y que lograron su billete para las eliminatorias tras conseguir un decepcionante séptimo puesto del Oeste (42-30) y eliminar en el play-in a los Golden State Warriors de Stephen Curry.
La serie entre los renovados Suns y los experimentados Lakers cuenta también con el aliciente del enfrentamiento entre LeBron James y Chris Paul, dos de los jugadores más importantes de la NBA en el siglo XXI, que además son amigos muy cercanos y que nunca antes se habían medido en los playoff.
UN COMIENZO ARROLLADOR
La puesta en escena fue vibrante y digna de los grandes duelos.
Con un toma y daca constante y sin parar ni un segundo, los Suns no escatimaron esfuerzos y subieron las revoluciones del partido desde el inicio con Chris Paul, Devin Booker y Deandre Ayton liderando la estampida.
Los Lakers no se quedaron atrás y Dennis Schroder en la dirección y LeBron James desde el perímetro con dos triples seguidos igualaron un arranque frenético y muy excitante (15-15 tras cinco minutos).
El conjunto local parecía decidido a acabar con los Lakers por agotamiento y Ayton, el amo y señor de la zona, puso la rúbrica con 10 puntos a un gran primer cuarto de los Suns (32-25).
Las estadísticas reflejaron perfectamente el baloncesto apabullante de los de Phoenix: anotaron el 58 % de sus tiros de campo, dominaron el rebote (15 por 9 de los Lakers) y anotaron 10 puntos en contraataque frente a ninguno de sus rivales.
Dos obreros de la cancha como Talen Horton-Tucker y Alex Caruso saltaron a la pista para equilibrar la electricidad de los Suns, pero 4 puntos seguidos de Dario Saric le dieron a los de Arizona su primera diferencia importante (38-27 después de dos minutos).
En ese momento llegó el momento más escalofriante del encuentro.
Paul se retiró lesionado en el hombro con enormes gestos de dolor y rodeado por jugadores de ambos equipos, pero afortunadamente pudo volver a la cancha poco después.
Los Suns parecieron quedar tocados por la ausencia temporal de su cerebro y Montrezl Harrell tiró de músculo y garra para reactivar a los Lakers y acercarles en el marcador.
Sin embargo, Booker, una constante pesadilla para la defensa de los Lakers, sostuvo de manera magistral a los Suns antes del descanso (53-45).
En la reanudación los Lakers insistieron una vez más en poblar la zona con Drummond y Anthony Davis, pero Booker se encargó de confirmar que el quinteto bajo y ágil de los Suns no tenía rival (65-53 con ocho minutos por jugarse).
Muy incómodos, los Lakers no terminaban de encontrar su ritmo en ninguna de las dos canastas, mientras que los Suns explotaban con éxito las sorprendentes carencias de los angelinos para defender el bloqueo y continuación.
En una de las incontables transiciones de los Suns, Mikal Bridges le sirvió a su equipo en el ecuador del tercer cuarto la mayor ventaja hasta el momento (71-56) tras un nuevo balón perdido de los Lakers.
Pero entonces apareció el orgullo de los de púrpura y oro.
Con las penetraciones de Schroder y la rabia de James, los Lakers consiguieron un parcial de 0-8 para no decir adiós al encuentro (71-64).
Los Suns no perdieron los nervios y, con un seguro de vida en los tiros libres como Booker, se mantuvieron por delante antes del último cuarto (81-68).
El escolta no echó el freno y sumó 5 puntos más nada más empezar el cuarto definitivo, pero James se echó a los Lakers a la espalda para mantener a su equipo con vida (86-77 tras tres minutos).
La tensión subió aún más cuando Cameron Payne de los Suns fue expulsado tras una trifulca con Caruso y Harrell.
Paul seguía jugando con evidentes problemas en el hombro, pero aun así fue capaz de anotar un canastón sobre Kyle Kuzma.
Al final, los Lakers no hallaron la chispa necesaria para orquestar una remontada de última hora y los Suns amarraron una victoria de gran valor con los rebotes ofensivos de Ayton y la serenidad en todo momento de Booker.
Los Suns y los Lakers se verán las caras el martes en el segundo partido de la eliminatoria, que se jugará también en Phoenix (EE.UU.).