Las acciones que se están dando en todas nuestras carreteras mueven a serias preocupaciones de la ciudadanía.
Con repasar sólo algunos accidentes podemos colegir que hemos perdido la autoridad y que los ciudadanos están condicionados para actuar como lobos sedientos de sangre.
En el sector Los Pinos, apenas a unos 15 kilómetros de La Vega se registran algunos de los eventos que documentan este trabajo.
Días atrás una patana repleta de sacos de arroz se accidentó en el referido tramo de la Autopista Duarte y con una velocidad pasmosa los residentes en los alrededores saquearon la carga, llevando consigo los sacos que aún quedaban en el vehículo y los que se habían desparramado en el pavimento.
Ningún representante del orden público, de ningún organismo estatal se presentó a evitar este robo, el cual se consumó a la velocidad del rayo, como si los ejecutantes estuvieran preparados para el accionar.
Igual suerte corrió una carga de cervezas, esta vez en una de las avenidas más transitadas de Santo Domingo.
No quedó una botella de cerveza que pudieran recuperar.
El comportamiento de los representantes del orden público resultó similar, de total indolencia y carencia de voluntad para impedir este solemne robo.
Esta vez, por poco y vuela por los aires una multitud de saqueadores también en el mismo tramo de la Autopista Duarte en Los Pinos.
Tomen aire y ahora lean:
«Un tanquero se había deslizado por el tramo de la vía y el combustible se desparramaba a borbotones».
Armado de cubetas los mismos protagonistas iban y venían con el explosivo líquido, con el riesgo a cada segundo de que todo estallara».
El peligroso robo también se consumó sin oposición alguna «de nadie».
Con este relato debemos colegir «se hizo justicia».
El escenario esta vez resultó una carretera de una zona rural próxima a Puerto Plata donde dos vehículos chocaron aparatosamente con una manada de reses, resultando destruidos los vehículos y varias vacas muertas y otras heridas.
Tremenda irresponsabilidad de los dueños de animales que pecan de esta «gran irresponsabilidad «, la cual ha cobrado muchas vidas humanas por todas las vías del país.
El delito esta vez resultó hasta justiciero, porque la banda tomó todos los animales, sacrificándolas y repartiendo carnes por toda la comunidad vecina.
Nadie le impidió esta acción justiciera a estos modernos Robin Hood.
Para concluir estas inquietantes y escabrosas historias debemos reseñar la acción delictiva ejecutada por una banda profesional, asaltando un autobús en plena Autopista Duarte, saqueando al chofer y a todos los pasajeros.
Quien deberá resarcir estas víctimas que perdieron mucho, además de la tranquilidad.
Pudiéramos continuar relatando acontecimientos como éstos, pero entendemos que la muestra es bastante representativa de las ocurrencias y travesuras en nuestras vías.
Debemos tomar todas las precauciones posibles al abordar un autobús o conducir nuestros vehículos para evitar accidentes o ser víctimas de los vándalos que existen por doquier.
Que Dios nos proteja!
Por Fernando Despradel
