
Nueva York – Santo Domingo. Las secuelas del colapso en la discoteca Jet Set siguen provocando reacciones tanto en República Dominicana como en el extranjero.
Desde la ciudad de Nueva York, la periodista Johandry Jiménez documentó el creciente rechazo de la diáspora dominicana hacia los establecimientos vinculados al empresario Antonio Espaillat, incluyendo el restaurante Jalao NY.

En su cobertura desde el frente del restaurante ubicado en Manhattan, Johandry Jiménez dio cuenta de un ambiente de tensión e incertidumbre. «Hay opiniones divididas entre quienes exigen un boicot inmediato y quienes temen que eso pueda dejar sin empleo a decenas de trabajadores que no tienen responsabilidad directa con la tragedia del Jet Set,» señaló la comunicadora, en un reportaje audiovisual ampliamente compartido en redes.

Jalao NY, al igual que su sede en Santo Domingo, es conocido por ofrecer una experiencia culinaria dominicana acompañada de música en vivo, lo que ha atraído tanto a turistas como a residentes caribeños en Estados Unidos.
Sin embargo, desde el trágico evento del 8 de abril, la percepción pública ha dado un giro drástico, con críticas constantes en los comentarios de sus publicaciones sociales, que ya acumulan seis días sin nuevas actualizaciones.
Durante la cobertura de Johandry Jiménez, personas consultadas en las inmediaciones del local en Nueva York expresaron sentimientos de indignación y frustración, muchos de ellos exigiendo que “se aplique todo el peso de la ley a los responsables”. “Si sabían que ese techo estaba en mal estado, no tenían que abrir el negocio, fue una falta de respeto,” afirmó un ciudadano visiblemente consternado.
Otros entrevistados coincidieron en que el enfoque exclusivo en las ganancias, sin garantizar la seguridad de los consumidores, ha sido una falla imperdonable. “Aquí lo que importa es el dinero, no el bienestar de quienes les dan el sustento a esos negocios,” denunció una mujer dominicana residente en el Bronx, quien llamó a las autoridades a intervenir con más rigurosidad.

En tanto, en Santo Domingo, el cierre temporal del restaurante Jalao fue anunciado el pasado 11 de abril a través de un comunicado oficial, argumentando que la pausa se debía a un acto de “respeto y solidaridad ante este momento tan difícil”. Aunque la empresa no explicó si retomará operaciones próximamente, el silencio en sus plataformas ha sido interpretado como una respuesta al clima social que se intensifica cada día.

Con la cifra de víctimas ascendiendo a 221 personas, y otras 189 heridas, las demandas de justicia no cesan. El Instituto Nacional de Patología Forense y el Inacif continúan trabajando a contrarreloj, enfrentando una carga operativa inédita que ha puesto al sistema forense nacional bajo presión. La Sociedad Dominicana de Patología recordó que, ante eventos de esta magnitud, es obligatorio cumplir con todos los procedimientos que exige la Ley 136-80 sobre autopsias judiciales, para garantizar una correcta identificación y entrega digna de los cuerpos a sus familiares.
Mientras tanto, la figura de Antonio Espaillat permanece en el centro del escrutinio público, siendo cuestionado no solo por su rol como propietario del Jet Set, sino también como cabeza de negocios que ahora enfrentan un fuerte rechazo social, tanto en el país como en la diáspora.