El árbol de Navidad del Rockefeller Center, que suele convertirse en el más fotografiado del mundo, llegó esta mañana trasplantado horizontalmente en un camión a Manhattan.
El pino noruega de 75 pies (29 metros) de alto, 45 pies (14 metros) de ancho y 11 toneladas de peso se cortó en Oneonta, al norte de Nueva York, cerca de Canadá. Su edad se calcula entre 75 y 80 años.
A las 8 a.m., trabajadores vestidos con chalecos amarillos desataron el espectacular abeto, que estuvo suspendido durante más de una hora antes de ser bajado del remolque.
Alrededor de las 9:20 a.m., el árbol fue podado por varios trabajadores. Cinco minutos después, los obreros y la familia propietaria del árbol clavaron una espiga en el pino después de que se marcara una X en la parte inferior del tocón.
Unas 25 personas ya se habían reunido en la calle 50 detrás de la barricada para echar un vistazo a una tradición anual que normalmente tendría muchos más espectadores.
Poco después de las 10:30 a.m., el gran pino fue levantado con una grúa y se movió sobre una plataforma de seis pies cuadrados. Quince minutos más tarde, ya estaba verticalizado, en su esplendor de 75 pies.
EB Kelly, director gerente de Tishman Speyer, propietario del Rockefeller Center, dijo que es “esencial” que la tradición del árbol de Navidad continúe “aunque de una manera nueva gracias a COVID“.
“Si bien el árbol y la experiencia icónica de patinar sobre hielo debajo del árbol será como ha sido en el pasado, tendremos una serie de nuevos protocolos de cómo ver el árbol. Gestionar multitudes, asegurarse de que las personas estén distanciadas, etc. Será organizado, pero alegre”, declaró al New York Post.
El año pasado la multitud fue tal, que por primera vez se cerró el tráfico vehicular en la zona, del 29 de noviembre al 6 de enero, cuando se retiró el árbol. Además, las espectáculos en la vitrinas aledañas de Saks 5ta Av suelen ser muy admirados en esa época.
