La funeraria R. G. Ortiz enfrenta una posible revocación de licencia y demanda millonaria por negligencia en el manejo de cadáveres. El caso más reciente involucra a Antonio Cerda García, un padre dominicano cuyo cuerpo llegó en estado de descomposición a República Dominicana, según confirmó el Departamento de Salud de Nueva York al periódico The Post.
El abogado Phil Rizzuto, quien representa a la familia de García, declaró que «Ocho días en la sala de observación, sin refrigerar y sin embalsamar». El letrado maneja actualmente cerca de 10 demandas contra la funeraria, evidenciando un patrón de negligencia en el manejo de restos humanos. El cuerpo del fallecido fue enviado el 25 de marzo y llegó el 8 de abril en condiciones deplorables.
La situación se agrava con otro caso reciente donde la funeraria envió el cuerpo de una abuela al destino equivocado, permaneciendo en descomposición durante dos semanas. La empresa funeraria, con sedes en El Bronx, Alto Manhattan y Brooklyn, acumula acusaciones por profanación desde 2017.
El Departamento de Protección al Consumidor y al Trabajador de la ciudad logró el verano pasado un acuerdo compensatorio por cientos de miles de dólares para clientes afectados por prácticas engañosas. Los neoyorquinos perjudicados pueden solicitar restitución a través del número 311 o el sitio web de la agencia.
