Entre 1978 y 1988 Lee Young-guk fue guardaespaldas de Kim Jong-il, hijo del entonces líder norcoreano Kim Il-sung. En 1994 Kim Jong-il asumió el poder y Lee pasó a servir como asesor militar antes de huir del país en algún momento alrededor del año 2000.
«Me enseñaron a creer que tenía que protegerlo con mi vida», comenta Lee en una entrevista aún inédita que aparecerá en el documental de National Geographic ‘Corea del Norte: Dentro de la mente de un dictador’, que se estrenará el próximo 18 de enero, informa Newsweek, que recoge parte de la conversación.
«¡Éramos jóvenes y entusiastas en aquel entonces!», recuerda el ex guardaespaldas, que comparte detalles de su entrenamiento y trabajo para proteger al líder del Corea del Norte.
«Lo más importante era la puntería», explica Lee, mientras hace con las manos el gesto de disparar una pistola.
Asimismo, comenta que a Kim Jong-il le encantaba verlos «disparar y practicar artes marciales». «Podía romper 11 ladrillos, así es como me hice esta cicatriz», agrega, señalando su palma derecha.
Además, Lee destaca que también pasó tiempo con el actual líder norcoreano Kim Jong-un, que en aquella época era un niño. En 2018, el ex guardaespaldas describió la infancia de Kim Jong-un como «solitaria», ya que —según dijo en una entrevista con ABC News— «no tenía a nadie con quien jugar» de niño.
«Su personalidad era explosiva», agregó Lee. «Cuando estaba enojado, actuaba sin medir las consecuencias», añadió.
Lee fue encarcelado y torturado tras un intento fallido de escapar del país en los 90. Finalmente, logró huir en torno al año 2000, logró llegar a Corea del Sur y en 2016 fue a Canadá.