Cuando el viernes por la noche Joe Biden subió al escenario para un mitin en Detroit (Michigan), una de las multitudes más ruidosas vistas en los últimos años en cualquier evento del presidente de Estados Unidos coreó: «¡No renuncies!».
El candidato demócrata fue recibido con vítores ensordecedores por cientos de seguidores mientras prometía: «¡Voy a competir! ¡Y voy a ganar!».
Cuando abandonó el escenario, los acordes del éxito de Tom Petty “I Won’t Back Down” inundaron el gimnasio de la escuela secundaria donde se celebró el acto, un mensaje implícito de rechazo hacia la creciente lista de cargos electos de su partido que han llamado al mandatario a hacerse a un lado, en medio de preocupaciones por su edad.
Pese a la lluvia de titulares que hablan del último político, donante o actor que se volvió en contra de Biden, una lista aún más larga de demócratas lo sigue apoyando.
Al menos 80 políticos demócratas han respaldado públicamente al hombre de 81 años, y más se están uniendo a medida que el aspirante a la reelección insiste en que no se irá a ninguna parte.
El pasado tiene su peso
Para muchos, el historial político de Biden, sus principios y su victoria sobre Donald Trump en 2020 tienen más peso que el daño provocado por una actuación divagante en cualquier debate o aparición pública o los temores por su salud durante un hipotético nuevo mandato de cuatro años.
En la primera conferencia de prensa en solitario del año, Biden dio respuestas detalladas sobre la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y sus planes para un segundo período.
No obstante, muchos titulares se centraron en su error al referirse a su adjunta, Kamala Harris, como «vicepresidenta Trump».
Sus aliados, al menos por ahora, elogiaron la actuación del asediado comandante en jefe, la cual fue vista en vivo por más de 23 millones de personas, una audiencia mayor que la ceremonia de los premios Oscar de este año.
«Mostró un verdadero dominio de la política exterior, realmente extraordinario», dijo el viernes a los periodistas el gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper.
«No creo que Donald Trump pueda hablar de política exterior de manera coherente ni por un minuto«, agregó.
Por su parte, Gavin Newsom, el gobernador de California que sido mencionado como posible reemplazo de Biden, dijo a CBS que está “totalmente a favor” del mandatario y agregó que «no hay ninguna distancia» entre ellos.
El congresista Brendan Boyle (Pensilvania) afirmó que Biden «demostró que sabe un millón de veces más sobre política» que Trump, al que calificó de «estafador convicto».
Los expertos aseguran que estos políticos tienen razones para mantener su respaldo, incluido el historial de Biden en el cargo, su victoria en 2020 contra Trump y el riesgo que supondría presentar un nuevo candidato tan cerca de las elecciones de noviembre.
«El presidente ha dejado claro que quiere seguir con su candidatura y creo que la gente está siendo muy respetuosa con eso», explicó el estratega demócrata, Simon Rosenberg.
«Y también es cierto que en nuestro sistema, reemplazar a un candidato a la presidencia tan tarde es difícil y no tiene precedentes, por lo que hay una enorme reticencia a hacer un gran cambio», apuntó.
También aseguró que ya hubo un «sano debate» sobre quién debería ser el candidato.
Trump, el aglutinador
Una variedad de grupos demócratas han reiterado que Biden debería continuar siendo el candidato y entre ellos destacan los caucus Hispano y el Negro del Congreso, los cuales tienen alrededor de 40 y 60 miembros; respectivamente.
Biden se reunió con ambas agrupaciones a principios de esta semana.
Ameshia Cross, exasesora de campaña del expresidente Barack Obama, dijo que el grupo negro, así como muchos votantes negros, ven a Biden como un presidente comprometido con los derechos civiles, a diferencia de su rival, Trump.
«(Los votantes) entienden en el riesgo que supone una presidencia de Donald J. Trump», afirmó.
«Este es un hombre que se ha opuesto a los esfuerzos por la diversidad, la equidad y la inclusión», remató.
Biden ha recibido el apoyo público de varios políticos de izquierda, incluida la congresista por Nueva York Alexandria Ocasio-Cortez y el senador Bernie Sanders de Vermont, quienes anteriormente criticaron a Biden por llevar adelante una agenda que, a su juicio, era demasiado moderada.
Cross aseveró que muchos reconocen los riesgos que implicará una presidencia de Trump para los derechos civiles y del colectivo LGBTQ y para la lucha contra el cambio climático.
«Estas son cosas que le importan a la izquierda progresista, y el presidente realmente ha trabajado en ellas», afirmó.
Un debate que sigue
Hasta la fecha, la mayor parte del apoyo a Biden proviene de políticos que se postulan para la reelección en distritos tradicionalmente demócratas, mientras que siguen siendo elusivos los apoyos de aquellos que temen que Biden pueda perjudicar sus propias posibilidades electorales en escaños más difíciles.
Rosenberg planteó que la Casa Blanca «debe ser respetuosa con sus preocupaciones y abordarlas, creo, de una manera mucho más agresiva».
A pesar de que aumentan los llamados para que Biden abandone la carrera, las encuestas más recientes parecen sugerir que no ha perdido mucho apoyo entre los votantes.
La campaña de Biden ha promocionado un sondeo del Washington Post, ABC News e Ipsos publicado esta semana, que lo muestra a él y a Trump en un empate, similar a los resultados de la encuesta anterior al debate.
Sin embargo, ese mismo estudio también reveló que dos tercios de los estadounidenses quieren que Biden se haga a un lado.
El presidente ha perdido el apoyo de algunos miembros de la élite de Hollywood. La actriz Ashley Judd pidió a Biden que renunciara en un artículo de opinión publicado el viernes en el diario “USA Today”, donde dijo que el partido necesitaba un candidato «robusto».
Este texto siguió a otro aún más duro contra Biden firmado por George Clooney.
Whitney Tilson, donante demócrata desde hace mucho tiempo, fue el último en anunciar que dejaría de aportar fondos a la campaña y le confesó a la BBC el viernes que estaba cada vez más seguro de que Biden debería retirarse.
Otros donantes demócratas dijeron a Future Forward, un grupo de recaudación de fondos pro-Biden, que las prometidas donaciones por valor de unos US$ 90 millones estaban en suspenso hasta que él se fuera, reportó el diario “New York Times”.
Otros financistas importantes, sin embargo, siguen apoyando al presidente.
Shekar Narasimhan, que lleva más de dos décadas organizando eventos de recaudación de fondos para los demócratas, aseveró que no había habido cambios en sus planes.
«Nuestros ojos pueden ver lo que está pasando, nuestros oídos pueden oír de lo que se habla, pero mantenemos la cabeza gacha para hacer el trabajo», dijo Narsimhan, fundador del Fondo para la Victoria de los Asiáticos Americanos de las Islas del Pacífico Super-PAC. .
«Es decisión del presidente, si quiere postularse o no, y aceptaremos lo que él decida«, dijo.
«Pero es mejor poner fin a esta discusión lo antes posible», admitió, al tiempo que aseguró que su apoyo a Biden procedía de su creencia de que éste puede ganar las elecciones.
«Esta elección se decidirá por no más de un total de 50.000 votos en tres estados – Michigan, Pensilvania y Wisconsin – y tenemos el terreno y la infraestructura para ganar allí», dijo.
Frank Islam, miembro del Comité Nacional de Finanzas, afirmó que tenía planeada una recaudación de fondos en su casa de Maryland a finales de este mes.
«Estoy totalmente comprometido a seguir adelante porque sé que él (Biden) ganará», dijo.