El ministro israelí de Seguridad Nacional, el extremista antiárabe Itamar Ben Gvir, rechazó la decisión emitida este viernes por la Corte Internacional de Justicia (CIJ), que exigió a Israel evitar un genocidio de los palestinos, y sugirió que el fallo tiene el valor de «un trozo de papel higiénico».
«La ley internacional puede venir a mi culo a buscar quién la implemente. La ley no significa nada para nosotros», escribió Ben Gvir en la red social X, antes Twitter, poco después de difundirse el fallo del máximo tribunal de la ONU.
«La ley es solo un trozo de papel que usamos en el baño para limpiarnos el trasero. Eso es lo que mis amigos del Gobierno estadounidense me dijeron», añadió.
Estados Unidos, principal socio de Israel, ha transferido armas al Estado judío para proseguir la guerra contra el grupo islamista Hamás en la Franja de Gaza y ha bloqueado varias resoluciones en la ONU que pedían un cese el fuego.
«#CEASEFIRE_NOW (cese el fuego ahora) es antisemita», continuó Ben Gvir, al asegurar que ahora Israel «tendrá que gastar más dinero en hasbara», un término hebreo utilizado para describir los esfuerzos por explicar las políticas del Gobierno israelí y promover la buena imagen de Israel en el mundo.
«Podríamos haber gastado ese dinero en bombardear a los palestinos», subrayó.
Tras la demanda por genocidio presentada por Sudáfrica ante la CIJ, el tribunal de la ONU exigió hoy a Israel «adoptar medidas inmediatas y efectivas» para permitir el acceso de la asistencia humanitaria a Gaza y «castigar» cualquier incitación al genocidio de los civiles palestinos, aunque no instó a un alto el fuego en la Franja, donde ya han muerto más de 26.000 personas, según las autoridades gazatíes.
Más comedido fue el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quien calificó la acusación de genocidio de «falsa» y «escandalosa», pero celebró que el tribunal no ordenara el cese de la actividad militar en la Franja de Gaza, una ofensiva que consideró como parte del derecho de Israel a la autodefensa.
El ministro de Defensa, Yoav Gallant, afirmó que el Estado de Israel «no necesita ser sermoneado sobre moralidad» y defendió que saben distinguir entre «terroristas y población civil» en Gaza; y criticó que la CIJ no desestimara por completo la acusación «antisemita» de genocidio contra Israel por parte de Sudáfrica.
«Aquellos que buscan justicia no la encontrarán en los sillones de cuero de los tribunales de La Haya; la encontrarán en los túneles de Hamás en Gaza, donde están retenidos 136 rehenes y donde se esconden los que asesinaron a nuestros niños», afirmó.
Por su parte, el ministro israelí de Exteriores, Israel Katz, subrayó el «compromiso inquebrantable» de Israel con el Derecho internacional, independientemente de cualquier procedimiento de la CIJ, así como su «derecho inherente» a defenderse de Hamás, que el pasado 7 de octubre cometió un brutal ataque en suelo israelí que dejó más de 1.200 muertos y 250 secuestrados.