ROMA.-La familia neoyorquina de los Gambinos, cuyas conexiones con la Cosa Nostra siciliana ya fueron investigadas por el juez Giovanni Falcone en los años 80, sigue siendo un importante vínculo de unión entre los grupos criminales de Palermo (Italia) y Nueva York, según una investigación conjunta de las policías italiana y estadounidense que ha permitido hoy la detención de 17 sospechosos.
En Sicilia (Italia), agentes de la Policía Nacional detuvieron a 7 miembros de los grupos mafiosos palermitanos de Partinico, Borgetto y Torretta, por delitos de asociación mafiosa, extorsión, incendio intencional, conspiración y perturbación de concurso público, mientras que en Nueva York fueron los investigadores del FBI los encargados de ejecutar 10 órdenes de arresto por delitos similares.
La operación de la Policía italiana y el FBI, coordinada por la Dirección Antimafia de Palermo, se inserta «en una compleja y articulada investigación iniciada sobre los miembros de la familia Gambino de Nueva York y algunos referentes italianos de la misma asociación todavía activos en Sicilia», explicó la policía en un comunicado.
Las investigaciones conjuntas, iniciadas en abril de 2021, fueron progresivamente corroboradas por un constante intercambio de información y por una serie de servicios de observación transfronteriza implementados en «el eje Palermo-Roma-Nueva York».
Los resultados, según la policía, han demostrado la «ultra-actividad» del mandamiento mafioso de Partinico, históricamente ligado al jefe Vito Vitale, cuyo ascenso a la cima, que data de los años 90, fue apoyado por los «corleoneses» de Totò Riina, jefe máximo de Cosa Nostra desde 1982 hasta su detención en 1993.
Además, se ha documentado, en particular, las cifras criminales de la familia «Torretta», que ya habían surgido en el contexto de las históricas investigaciones más conocidas como «Pizza Connection», sobre el narcotráfico en EE.UU. a cargo del FBI y que contó con la colaboración del célebre Falcone, asesinado por la mafia en un brutal atentado en 1992.
También ha salido a relucir el papel de algunos destacados exponentes de Cosa Nostra Americana (LCA) vinculados al conocido jefe Frank Calí, asesinado en marzo de 2019.
Así, se ha revelado «una variada serie de conductas extorsivas realizadas en el sector de las obras de construcción de la Gran Manzana de los actuales destinatarios de las medidas restrictivas en EE.UU., beneficiándose incluso de la maniobra de las pandillas metropolitanas locales», así como » casos anteriores de extorsión contra restauradores de origen siciliano establecidos en Nueva York».
«En este contexto, se comprobó la solidez de las relaciones existentes entre los dos consorcios en el eje EE.UU. e Italia, surgiendo el interés estadounidense por los acontecimientos organizativos de la Cosa Nostra siciliana», cuyos miembros «presionaron a los familiares de las víctimas que aún residen en la zona del mandato de Partinico».
La conexión entre LCA y Cosa Nostra «se ha materializado también en la transposición en EE.UU. del ‘método’ extorsionador sugerido por un viejo jefe de Partinico, que convenció a los acusados estadounidenses de conformarse con sumas más pequeñas y abandonar las acciones crueles (…) con el fin de fidelizar a los extorsionistas en la perspectiva ventajosa de un sometimiento más ‘suave’ y duradero».
Con motivo de la ejecución conjunta de las medidas restrictivas previstas, que tuvo lugar simultáneamente en Nueva York y Palermo, se ha previsto también el empleo recíproco de investigadores italianos y estadounidenses, que han intervenido como «observadores» en los escenarios operativos opuestos.
